jueves, 19 de julio de 2012

10/1/2012 Navegando los fiordos Patagonia Chilena, “Evangelistas”.



Evangelistas es el nombre del ferri que nos transporta pero también vehículos y animales.

Están en la zona de los coches apretados entre ellos en un box abierto (sin techo) a la intemperie, Un contenedor lleva una docena de caballos y otro de vacas. Padezco por ellos, así, de pié apretados sin comer ni beber en tres largos días, no me siento cómoda con eso.

Hoy he pasado la mayor parte del día charlando con François. Está casado con dos hijos gemelos niño y niña (coincidencia conmigo) de once años (en esto ya no coincidimos).


Hemos estado debatiendo las nuevas maneras de relación. Él va a pasar dos meses de vacaciones por el mundo sin su mujer y ella está de acuerdo.
Partiendo de que me diga la verdad se me hace difícil de entender, ya se que actualmente se estila en las parejas que cada uno de vez en cuando tome vacaciones separados, pero dos meses me parece una pasada.
Le he preguntado si él aceptaría que ella se fuera por dos meses sin él, se ha echado a reír y me ha reconocido, que no le gustaría que quince días estaría más que suficiente.


Entiendo que las parejas deseen poder hacer esas cosas a las que normalmente han de renunciar, lo que creo que debería ser equitativo, lo que hace uno lo pueda hacer el otro sin diferencias.

La navegación está siendo muy confortable ya que al ir navegando entre fiordos el agua está calma, nos han comunicado que mañana por la tarde saldremos al Pacifico por 12 horas, seguramente el barco se moverá más.
El paisaje es hermoso, vamos navegando entre colinas de islotes a veces por pasos muy estrechos quedando tierra cerca a ambos lados.


Nos han proyectado una película de General Geografic sobre la vida animal en la Patagonia muy interesante, por la tarde nos han instruido sobre la formación de los glaciares (algo parecido a lo que aprendí en el Glaciarium de El Calafate).
Llegamos a un hermoso glaciar llamado Skua, donde el barco hizo una parada de contemplación de una hora.


Yo iba en el puente de mandos, admirando el paisaje cuando diviso a lo lejos algo parecido a un velero. Efectivamente, lo era. El capitán se ha puesto a la radio para identificarlo preguntando matricula coordenadas de navegación, bandera y cuantos iban a bordo para reportarlo a las autoridades competentes.
Desde el puente podía oír lo que decían desde el velero. Eran dos chicas alemanas navegando solas. Me ha parecido muy interesante y atrevida la experiencia que estaban pasando, debe ser agradable ir por estas tranquilas aguas a vela.


Dos orcas se han cruzado con el barco, eran pequeñas, las he visto de refilón. Luego hemos avistado delfines juguetones y algo más lejos una colonia de lobos marinos.
De todos esos acontecimientos nos lo comunica por megafonía.

Somos doscientos pasajeros, eso hace que las relaciones sean más difíciles. Hay mucho “Inserso” en el barco, son menos sociables que los jóvenes.

Como siempre los “solos” nos encontramos.

La mayoría del pasaje son parejas o familias con hipercinéticos y gritones hijos……….….¡Herodes vuelve¡

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