jueves, 19 de julio de 2012

13/3/2012 Llegada a Porto Seguro, Bahia



El trayecto de 17h de bus fue muy ligero de soportar.
Pasé unas 10h durmiendo con despertares ocasionales en las paradas que iba haciendo por la ruta pero retomando el sueño con facilidad. Los asientos amplios y bastante reclinables.


El resto, con ya pocos pasajeros a bordo pudiendo expandirme en los dos sillones aumentó la comodidad por lo que estuve leyendo en mi nuevo libro electrónico que reconozco que no da el placer de tocar el papel y pasar las hojas pero que es muy cómodo para leer en marcha pudiéndose agrandar las letras lo suficiente para que el esfuerzo de los ojos sea mínimo.

Así pues llegué a mi destino de Porto Seguro al medio día y sin sensación de fatiga.

Esta ciudad es de las que me gustan, casas bajas, colores alegres y divertidos y un gran malecón fronterizo con el mar por donde pasear o quedarse a contemplar las musarañas.


A lo lejos observé como una frondosa y verde isla pero no estoy segura si lo es o no, lo veré mañana en el mapa.

Comí en una terraza con una brisa marina deliciosa calmando el fuego del sol de esta hora del día.

Como hacía mucho calor decidí ir a la posada a descansar con intención de salir a callejear a la caída de la tarde.


Craso error, caí dormida y me desperté, por la incomodidad de ir vestida, de madrugada, me desnudé y seguí durmiendo hasta las seis de la mañana. Computo total dormido 13h.

Esto me lleva a pensar que estaba más cansada de lo que creía, supongo que estas últimas noches de salidas nocturnas me han pasado la cuenta.

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