viernes, 20 de julio de 2012

24/3/2012 De nuevo en la carretera, Praia Pipa, Rio Grande do Norte



En el bus desde Olinda a Recife conocí a una brasileña, Betánia, que con 37 años ya tiene un nieto de 6 meses.
Me acompañó a coger el tren de Recife hacia rodoviaria, como tardó mucho en el trayecto me estuvo enseñando las fotos de la graduación de su hija de 18 años como arquitecta.
Se casó a los 15 años, ahora está divorciada y su ex sale en las fotos con su nueva esposa que tiene la edad de su hija. El hijo de 22 años es el que la ha hecho abuela.

Me maravilla la amabilidad de la gente en todo el mundo. Como yo bajaba una parada antes que ella, le dijo a un joven que no conocía de nada que me acompañase a las taquillas para el bus a Natales y eso hizo el mozo sin rechistar, como si fuera lo más normal del mundo.


Llegué a mi destino, Praia Pipa sin contratiempos pero entre unas cosas y otras ya anochecía que en estas tierras a las seis de la tarde ya es de noche.

Las horas de bus me sirvieron para disfrutar de la lectura de John Maxwell Coetzze, escritor nacido en Ciudad del Cabo, Sudáfrica y fue premio Nobel de literatura del 2003. 
En concreto es la historia de su niñez, se titula “Boyhood” y me ha gustado muchísimo, me he sentido identificada con sus impresiones y vivencias internas haciéndome recordar las mías.

La semana pasada leí, del mismo autor “In the heart of the country” que me pareció compleja y densa por la cantidad e sentimientos contradictorias y situaciones surrealistas, a pesar de ello me pareció interesante.


Inmersa en la lectura ha pasado el día de hoy, he disfrutado de ello y de viajar en un bus muy confortable medio vacío.

Pipa me va a gustar por lo que he ido viendo por el trayecto desde la carretera que me dejó el bus hasta llegar al pueblo, media hora de microbús.

Es una zona boscosa con casa bajas y techados de los que me gustas, tejas.

Las calles empedradas, irregulares, con mucha actividad comercial con restaurantes gente autóctona viviendo aquí, así pues presiento que este lugar aun no ha sido engullido totalmente por el turismo.


Cene en un restaurante junto al mar, lo regenta una familia.
En la puerta el padre que no es el padre del joven camarero llamado Ly Johnson con su madre en la caja.
Me conto que su padre autentico era francés, su madre es brasileira, tiene cinco hermanos en total aparte de él, tres son por parte de madre y tres por parte de padre.

Mientras me contaba su historia familiar oyendo el rumor de las olas, embriagándome del olor del mar y recibiendo el embrujo de la noche en mi espíritu, pensé que ahora para establecer un árbol genealógico es necesario llevar una libreta de apuntes para ubicar a los miembros directos y añadidos por los matrimonios múltiples.


Lo importante es llevarse bien, lo demás son quisicosas. 
Mis hijos tienen hermanos que no son hijos míos pero que me llevo estupendamente con ellos, sobre todo con Ferrán, el mayor que estuvo viviendo unos años en mi casa mientras estudiaba en la universidad. 
A Julia la he visto menso pero sabe que puede contar conmigo cuando me necesite.

Mañana me haré una idea más clara del sitio donde estoy ya que de noche todos los gatos son pardos.

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