jueves, 19 de julio de 2012

31/1/2012 Un tour por Santiago de Chile



“La Casa Roja” es el nombre del backpacker donde estoy alojada en el Barrio Brasil.
Es alucinante, como si me hubiera trasladado por el túnel del tiempo al siglo XIX.
Techos muy altos con adornos de yeso decorados, lámparas que parecen sacadas de un castillo, suelos de madera, largos pasillos con habitaciones.
El comedor con una enorme chimenea y la cocina muy grande. Patios interiores ajardinados con grandes ventanales de madera dando luz a los corredores.
Un jardín con piscina (pequeña pero tiene agua).


En fin, me hace pensar a las películas de los internados en colegios mayores o algo por el estilo por la cantidad de gente que estamos aquí sin que por ello nos incomodemos, es enormemente grande. Es un sitio muy bonito.

He conocido a Sandra, alemana que viaja sola durante seis meses por Sudamérica. Habla bastante español, nos hemos ido juntas a recorrer los itinerarios más típicos de esta ciudad de siete millones de habitantes.


Aleccionadas por el recepcionista que nos ha proveído de un mapa del centro, hemos ido caminando por nuestra calle Agustinas hasta llegar a El Palacio De La Moneda, donde asesinaron a Allende los golpistas de Pinochet.
En el parque que hay delante está la estatua del presidente progresista. En el otro extremo han puesto la de Freire no se porqué, debió tener celos o se sentía protagonista de algo que me he perdido y la hizo colocar allí.
Una exposición de fotos de la vida rural ponen de manifiesto donde está realmente la belleza (en las escenas rurales, claro) en contraposición del bullicio del trafico.


Llegamos al Paseo Ahumada que es peatonal desembocando en la Plaza De Armas.
Estaba muy animada con tenderetes de pintores exponiendo sus obras y mucha gente deambulando.
De allí hasta el Puente Cal y Canto también es peatonal lo que es un alivio.
Cerca estaba el Mercado Central que sorpresivamente lo que más tiene son restaurantes.
Puesto de abastecimiento de comida escasos. El local es muy bonito y los restaurantes parecen todos muy apetecibles.


Caminando por parque forestal llegamos al famoso Barrio Bellavista con restaurantes con terrazas y tiendas decoradas sus paredes que dan a la calle con grandes pinturas tipo comic, muy coloridas. Estoy convencida que de noche debe estar preciosa toda esta zona y muy animadas.


Ya puestas, nos fuimos a coger el funicular que nos subió al Cerro de San Cristóbal desde donde pudimos admirar las vistas de todo Santiago a nuestros pies, rodeada de cerros por todas partes lo que le debe perjudicar en cuanto empeorar la polución.
Ha sido una larga caminata que se me ha hecho corta charlando con mi nueva amiga.


Espero que llegue mi amigo portugués Duarte en dos días, iremos juntos a Valparaíso pero me han dicho que es tan bonito que creo que me iré yo mañana y volveré a ir con él pasado mañana. Lo prefiero a estar otro día en la macro urbe.

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