viernes, 20 de julio de 2012

15/4/2012 Jazz sesión en Café Lisboa, despedida de Mindelo

















Ha sido impresionante la sesión musical que hemos montado en el café Lisboa esta tarde y noche.

Empezamos reunidos hablando de futbol, del Barça por supuesto, los habituales de ese especial lugar que es el Café Lisboa. Cuando ya el ambiente estaba caldeado empezó a tocar la guitarra nuestro amigo Oka mientras que Jota cantaba coreado por todos los demás.

Ha llegado un músico de los que actuaron ayer en el equipo de la cantante Lura y se unió a nosotros con otra guitarra. La musica era de calidad.

No acabó todo allí, estaba también el gran pianista Sierra que tocaba en el equipo de la gran Cesaria Ebola. Se animó y trajo el teclado…………………Eso fue espectacular, que dominio, que musicalidad, que maravilla.

















Allí estaba su hijo que me contó que pese a haber tocado en lugares famosos con una famosa, su padre trabajaba en el abastecimiento de agua de la ciudad y que se acababa de jubilar. Con ese dominio del piano y esa maestría no se entiende que tuviera que trabajar en otra cosa para mantenerse.

Ha estado tocando preciosas Morgas que son algo así como los Fados portugueses. También boleros y bossa-nova.

El local de escasos cuatro metros cuadrados ha quedado a rebosar de gente entre los que disfrutábamos de la música y los que la ejecutaban no cabía un alfiler.

















Lo he pasado muy bien, sentía que estaba en el corazón de la vida caboverdeana musical, allí acuden los mejores músicos de la isla y ninguno vive de ella.

















Ha sido una gran despedida de esta isla, en concreto de esta ciudad y de mis amigos circunstanciales.

La mañana la pasé visitando la Bahía das Gatas, está al norte de la isla, es un lugar muy peculiar, la bahía es artificial, un rompeolas muy largo que se adentra en el mar hace de barrera al océano dejando una extensa zona de playa se aguas tranquilas donde poder disfrutar del baño.

Al otro lado de esa barrera recibe las bravas ondulaciones del mar en toda su intensidad sin artificios que las mermen donde poder practicar surfing.

















Como era temprano aún no habían demasiados bañistas pero me ha llamado la atención que algunas familias iban con autenticas y grandes tiendas de campaña en vez de sombrillas para pasar el día. Montaban las tiendas con sus piquetas y cortavientos, después las tendrán que desmontar pacientemente al acabar el día de playa para volver a casa.

No me ha parecido muy interesante el lugar, puede que fuera porque como dormí poco (me fui a dormir pasadas las tres de la madrugada) y me he despertado temprano (a las nueve ya desayunaba), estaba cansada y con sueño por lo que decidí dar por terminada la visita a la media hora de llegar regresando a Mindelo con el colectivo y metiéndome nuevamente en la cama a seguir durmiendo un poco más.

















Como era domingo estaban la mayor parte de restaurantes cerrados (hay poca actividad, pocos turistas, no debe ser temporada alta) he ido a comer al lujoso náutico, el nuevo, con las vistas al puerto deportivo y el diseño minimalista que le da mucho encanto.

Los espaguetis estaban muy buenos.

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