jueves, 19 de julio de 2012

14/1/2012 Rafting en el rio Trancura (IV). Pucón



Ha sido súper emocionante, ya hacía tiempo que quería probarlo y me ha parecido muy divertido.
Están muy bien preparados, nos han proporcionado trajes de neopreno, chalecos salvavidas, cascos, en fin íbamos hechos unos cromos.


Primero nos bañamos en las frías aguas del rio Trancura así vestidos, se flotaba sin necesidad de hacer nada con tanto traje.
Llevamos la lancha hasta el agua donde se nos aleccionó sobre medidas de seguridad.
En un Kayak iba nuestro salvavidas, si caíamos al agua él nos diría hacia donde nadar y debíamos hacerle caso a ciegas, sin dudarlo.
Si caíamos cerca del kayak nos cogíamos a unas manetas que dispone en la posición de cuerpo que se nos indicó y él nos llevaría a la orilla.

En la lancha neumática llevábamos otro guía, este era el director de orquesta, nos decía si remar hacia delante o hacia atrás o solo los de un lado.
También nos indicaba cuando bajar al suelo de la lancha pues remábamos sentados en los lados con los pies falcados en sitios estratégicos.
Se nos instruyó de cargar a la derecha o hacia la izquierda desplazando nuestro cuerpo hacia el lado que se nos indicaba.


Una vez aprendida la lección nos lanzamos remando hacia la corriente. Era genial como nos dirigía el guía con sus instrucciones y como abordábamos los saltos por los sitios que el instructor quería, daba la impresión de que lo hubiéramos hecho toda la vida.

La sensación de doblarse la lancha con los remolinos, la caída de las cascadas, el agua mojándonos……………………..Un sin fin de nuevas sensaciones muy divertidas.

Una de las cascadas se llamaba la garganta del diablo por su forma, otra la cascada fea (no me dio tiempo a mirármela mucho para ver si hacía honor a su nombre).


Llegamos a una tan grande (de 4-5m) y peligrosa por el remolino que crea que la han prohibido por lo que desembarcamos en un lado de la montaña ascendiendo por el bosque hasta llegar a la misma por su parte alta pero a pie.
La balsa la ataron a una cuerda recuperándola abajo del salto de agua. El instructor la llevó hasta un lateral que había algo de remanso.

Lo más fuerte para mi es que tuvimos que saltar esos metro desde arriba, desde una roca tirarnos al agua hacia el lateral donde estaba la balsa ya con el instructor dentro. Eso me dio miedo pero me tiré la segunda sin pensármelo demasiado.

Ya nuevamente todos en la balsa continuamos nuestro descenso.
En otra Kayak iba un fotógrafo que se bajaba en las laderas de los saltos para hacernos secuencias de fotos que nos vendió por el módico precio de 4000 pesos por cabeza.

Fueron 10 kilómetros de rápido que me pasaron eso, muy rápido.

Llegados a una zona donde la corriente aún fuerte iba perdiendo intensidad se nos autorizó a tirarnos al agua dejándonos llevar por la corriente un rato e instruyéndonos a nadar hacia un lado, el derecho que tenía el agua más mansa, allí salimos a una zona de camping donde nos esperaba el vehículo para retornarnos a la civilización.

Me ha gustado mucho, el nivel de dificultad era el (IV) como aún hay un nivel (V) en otro rio de esta zona creo que repetiré.

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