viernes, 20 de julio de 2012

14/4/2012 Gran festival de música en Mindelo, Sao Vicente


















El espectáculo ha sido grandioso, artistas de renombre universal. Al parecer, por lo que me he podido enterar es la celebración del 133 años del nacimiento de esta ciudad.

Como ejemplos, Kings (Dany Mariano) este me ha dado un par de besos en el café de Lisboa donde hemos pasado a tarde y noche tomando refrescos y saliendo a bailar a la calle. Llego triunfante con una sonrisa “profident” saludando a todos los allí presentes. Era conocido de mis amigos. Como yo no tenía ni puta idea de quién era ese figurín, no le dije nada, evidentemente los famosos no entienden de que no se les reconozca, fue él el que vino hasta donde yo estaba y me concedió generosamente un par de besos, se quedó con nosotros parte de la tarde.
Tito Paris (famosísimo).
Lura que canta de maravilla a la que estuve escuchando con Paquistán detrás de mí rodeándome con sus brazos y contorneándonos muy apretaditos al ritmo de la música (muy romántico aunque también muy erótico ya que notaba su sexo demasiado apretado en mi culo).
Ulú, Aye grupo y otros muchos que no recuerdo. Hemos tenido música desde las ocho de la noche hasta las tres de la madrugada pasadas.

Con razón dicen de Sao Vicente que es el corazón y el alma de la música cabo verdeana y de Mindelo que es la morada de gente abierta y encantadora, lo que he podido comprobar.

















Mindelo es un gran palco de donde fluye permanentemente una melodía carenciada de amor a la vida despreocupada, amor a su tierra que puede verse en sus canciones. Mindelo tiene alma.

Con mis amigas francesas, mi anfitrión Jota, con Oka el que toca tan bien la guitarra según dice él por hobby ya que es ingeniero civil, da clases de física y matemáticas, tiene siempre una cara muy risueña, con Paquistán (es su nombre, el es caboverdiano) y el simpático dueño del café que no recuerdo su nombre, hemos pasado unas horas muy divertidas.

Cuando salía a bailar a la calle sola o con mis amigas venían enseguida los jóvenes, nos tomaban de las manos y bailaban con nosotras.

Con uno de ellos hemos sincronizado muy bien el ritmo y le he seguido de forma muy fluida, la verdad que los contorneos de esta música son muy sensuales.

Otro muy jovencito (este tendría menos de veinte años) me ha hecho bailar de forma parecida al hip hop, los pies iban endiabladamente locos de rápidos, creía que no se acababa nunca la canción pero he de reconocer que me ha salido muy bien para ser la primera vez.

Por lo que he podido observar aquí hay muchísimos más chicos que chicas a diferencia del resto del mundo, es una apreciación visual de la multitud que presenciaba el concierto no sé si es real.

Hacía años que no bailaba tanto, que no me divertía tanto en la calle, el ambiente y ritmo del entorno caló a fondo en mí, mi cuerpo se movía desinhibido, sin pensar en cómo me veían los demás, dejando que mis movimientos fuera expresión corporal de la música que me invadía, dejando a mi cuerpo bailar sin complejos, aceptando a mis parejas de baile sin escrúpulos con la misma aceptación que ellos mostraban hacia mí.


















Me fui a dormir cansada pero feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario