jueves, 19 de julio de 2012

10/3/2012 En Harley por Belo Horizonte, Minas Gerais




La ciudad es un cúmulo de altos edificios de cemento, la circulación espesa y las calles tan empinadas que da vértigo bajarlas y las subidas me recuerdan las escaladas a los volcanes más verticales, realmente si no lo veo no me lo creo, como para olvidarse de comprar el pan.

En la que vive mi amigo, no se atreve a bajarla con la Harley, teme resvalar con los adoquines y bajar rodando, parece una pista negra de las peores en los Pirineos.

Las vistas de la ciudad desde la distancia son chulas, no está mal ver los altos y apretados edificios en la distancia, lo peor es encontrarse entre ellos como en una ratonera.

La moto es espectacular, lleva además un sistema de altavoces con música a todo volumen que parecemos una discoteca ambulante, todo el mundo nos mira.


A José Luis le gusta, a mi no aún reconociendo que es muy marchoso y divertido me corta el que llamar la atención de todos.

Esta mañana también he montado en una Norton, la de Dalton, un amigo de José Luis. Es más discreta y más llevable, no abulta tanto.

Me ha recordado los tiempos en que llevaba mi BSA, era también llamativa para aquella época.

La verdad es que recuerdo mis tiempos de motera con mucho cariño, lo disfruté enormemente. Ahora me gusta pero no tengo aquella obsesión con la moto.

He estado con los amigos de José Luis, mientras él atendía su restaurante, gran parte del día haciendo lo que ellos hacen, charlar sentados en una terraza con un montón de cervezas vacías encima de la mesa mientras que el camarero seguia trayendo más, pasando así las horas sin más acción que la de no hacer nada (ley sagrada del mínimo esfuerzo).


Son divertidos pero tanta inactividad me cansa por lo que me fui a casa de mi anfitriona a buscar vueos para ir a Porto Seguro, me han dicho que está muy bien, desde allí iré subiendo hacia Pernambuco.

¡Pernambuco¡ Cuando lo leí en le mapa me dio un flash back en mis recuerdos de la infancia.

Cuando alguien se refería a un sitio muyyyyy lejano utilizaba ese nombre. Yo siempre lo imaginé fuera del planeta, en otra galaxia. Me parecía un nombre inventado para asustar.


Por la noche me uní a mis amigos en el restaurante.

Estaban sentados en una mesa en la terraza con un personaje femenino digno de cualquier caricatura mala de la descerebrada mujercita, haciéndose la sexi, diciendo chorradas absurdas como “ eso es demasiado pensar, yo soy solo una mujer” haciendo morritos caprichosos, monopolizándo la atención de todo el mundo.

A los diez minutos estaba despidiéndome de mi amigo, aquello no se aguantaba.

Tras la insistencia de José Luis me quedé y por suerte ella y su pareja no se unieron al grupo al cambiar de local ¡que alivio¡

La noche difícil de describir. Mi amigo entrañable al que quiero mucho, su encantadora novia y su amigo catalán que también se ha afincado aquí fuimos al local de un conocido de ellos.

Pasamos un buen rato recordando las vivencias de la infancia, rodeados nuevamente de cervezas.

Todo bien si no fuera porque a pesar de que el local cerró, se siguió con las cervezas at eternum, aquello no tenia fin.

Acabaron como cubas.

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