jueves, 19 de julio de 2012

5/2/2012 Buenos Aires de noche.



Ha sido un estupendo día de pasear por esta atractiva ciudad. Con Lorena hemos visitado la zona de Palermo.
Me encontré con mi nuevo amigo Ricardo a las seis de la tarde para asistir al espectáculo de tango que se realizaba en La Boca, un barrio de mucha solera.
Situado a lo largo del puerto viejo en la boca del rio fue construido por emigrantes italianos.


Su atractivo principal es el colorido Caminito, un corto paseo peatonal formado por edificios de metal ondulado pintado de alegres colores, según me dijo Ricardo aquí está el equipo de futbol famoso del Boca Junior.


Da gusto recorrer sus calles con los bares con terrazas en la calle muy pintorescos.
Es un barrio pobre con fama de peligroso, recomiendan evitar ir de noche fuera de la ruta más concurrida.
Se impartían clases de tango en la calle a todo aquel que quería aprender.


Tomando unas cervezas desde una terraza que daba al escenario que el ayuntamiento ha montado en el paseo, junto al rio, oíamos como cantaban tango viejas glorias de la patria, después nos acercamos al escenario para admirar como Juan Carlos Casas de 90 años aún se defendía muy dignamente entonando tangos de la vieja guardia.

Me llamó la atención un viejo bailando con una niña, una imagen preciosa que inmortalicé con mi cámara.
Los espectadores que bailaban lo hacían estupendamente. Yo lo hice con Ricardo disfrutando del tango al aire libre.


Después tomamos un bus que nos llevó al centro, paseamos por las calles que nos llevaron a la plaza de San Telmo donde se estaba realizando una fiesta con música folclórica de las pampas con la gente bailando en la calle.
Como es domingo ha habido la feria de las antigüedades en este sitio pero a la hora que llegamos ya la estaban desmontando.
Llegamos hasta la plaza de Mayo con los edificios iluminados a esa hora, dándole un aspecto de cuento de hadas.
La Casa Rosada con iluminación de color rosa, preside altanera la plaza. Estaba preciosa.

El obelisco, símbolo de los argentinos, erguido majestuosamente con su blancura destacando en la negritud de la noche podía ser observado desde diferentes sitios sobre todo al cruzar la diagonal camino de la calle de los teatros, amplia calle con hermosos restaurantes y mucha vida nocturna.

Llegamos a una calle, vereda del tango, donde estaban gravados un el suelo los pasos base del tango del hombre y la mujer. Estuvimos probando si funcionaban poniendo nuestros pies encima y siguiendo las marcas……Funcionó.

Llegamos a la milonga de El Beso, Ricardo me propuso entrar pero con los kilómetros que llevaban mis pies a cuestas le dije que mejor otro día por lo que dimos por acabado el precioso paseo nocturno por esta bella ciudad.

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