jueves, 19 de julio de 2012

29/1/2012 Misa rapanui, Rapa Nui



Pese a que me fui a dormir tarde me he levantado a las ocho para asistir a la misa rapanui de las nueve, no me la quería perder y no me arrepiento.
El aforo a rebosar, principalmente nativos con algún turista infiltrado como nosotras ( Marta y yo).
Un grupo de autóctonos tocando instrumentos musicales con mucho atino. La música indígena es muy agradable al oído, muy rítmica y melosa. Todos los asistentes cantaban en rapanui.


El oficiante también indígena pero hablaba en español tanto durante el oficio como en el sermón.
Me he acordado del millón de misas que llevo en mi mente, gravadas las palabras en mis neuronas, iba acordándome de todos los rezos como si fuera ayer y ya hace más de cuarenta años de la última misa.
Tanto la decoración de las imágenes de la iglesia que son tallas en madera bastante hermosas como la música y canticos ha envuelto de magia el momento, sobre todo en el que todos cogidos de las manos en amplios y concéntricos círculos cantaban en rapanui, me he emocionado.


A las doce despedida a Marta que volaba hoy a Santiago.
Una despedida más pero ya con la experiencia de muchas anteriores.
Se quedan los buenos momentos pasados juntas en la memoria dando cabida a nuevos encuentros que llenen esos huecos. ¡Qué hermosos es ir conociendo gente¡

Del grupo de anoche hemos quedado cinco que nos hemos ido a comer el sabroso y bien ponderado ceviche.
Estaba muy sabroso aunque al mío pedí que no le pusieran cilantro que precisamente es el que le da ese sabor tan característico pero que no me gusta nada.

Echados en las hamacas del camping he estado charlando con Manu, el italiano del grupo, ha intentado explicarme toda su filosofía de vida pero se ponía nervioso cuando no le salían las palabras deseadas en castellano.


Resumiendo él no quiere comprometerse emocionalmente para estar disponible para más mujeres.
No acepta las normas que socialmente se tienen como convenientes.
No acepta el tener metas o aspiraciones económicas que mermen la libertad, es decir, sacrificar las experiencias que le aporta el buscarse la vida viajando por el mundo por la seguridad de un trabajo cerca de casa lleno de monotonías…………………En fin, más o menos sobre estas cosas intentaba hablarme.
Lo más curioso es que me ha dicho que a él le pasa lo que a Michel Douglas.
Ante mi ignorancia sobre el tema y haciéndoselo saber me ha dicho que sufre de adicción al sexo ¿?
No estoy segura de haber entendido bien lo que me quería decir pero no insistí en el tema.

Propuse ir a la playa a bañarnos con las tortugas a pesar de estar muy nublado.
Fuimos los cuatro disfrutando de nadar en las no demasiadas frías aguas de esa pequeña cala hogar de cuatro tortugas.

Al volver al campamento empezó a llover nuevamente

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