jueves, 19 de julio de 2012

5/1/2012 El Chaltén no me defraudó.



Estoy contentísima con el regalo de Reyes que he recibido esta mañana temprano.

Primero me ha llamado Lluís por skype pudiendo charlar largo y tendido después de tantos días sin conexión, ha tenido la debilidad de explicarme los acontecimientos en España y cuando le he dicho que no me dé malas noticias me ha dicho que eso no era nada, las había dulcificado por lo que mejor dejar el tema de la política.
Después, a los pocos minutos una llamada de Marta por la misma vía me ha colmado de felicidad pues mi pequeña siempre tiene cosas que hacer o siempre está hablando por teléfono, en fin, es todo un privilegio, un autentico regalo poder hablar también mucho rato con ella.

Duarte me ha propuesto ir al museo Glaciarium haciendo tiempo hasta la hora de salida de mi bus, antes me ha acompañado a hacer una reserva para un crucero de tres días por los fiordos chilenos de los glaciares desde Puerto Natales hasta Puerto Mont.

El Glaciarium está bien montado, nos hemos culturizado sobre la formación de los glaciares, la historia de la Patagonia. Hemos visto el gran retroceso que están sufriendo.
Lo más llamativo fue una película en 3D. Una visita de los glaciares desde diferentes perspectivas y el Perito moreno, realmente espectacular.

Vimos un film de cuando se cayó el techo del tunel que se había formado al obturar los dos brazos del lago que rodean la península Magallanes no recuerdo en qué año se produjo pero impresionan las imágenes, supongo que presenciarlo en vivo y en directo tuvo que ser un privilegio.

En estos momentos se ha vuelto a obturar ese paso al unirse el glaciar a la península pero aun no se ha producido el túnel de agua que se labrará seguramente por la presión que ejerce esta sobre el tapón de hielo, cuando lo haga acabará cayéndose el techo del túnel como vimos en la filmación.

Ya en el hostel nos hemos reunido con Will, luego hemos intercambiado fotos, etc. Así distraídos me ha pasado lo que suele sucederme con demasiada frecuencia con los horarios de los desplazamientos, había mirado el horario de llegada al Chalten como el de salida de Calafate.


De pronto mi inconsciente me dijo que algo no cuadraba con lo que volví a mirar el billete con atención dándome cuenta de que la hora de salida del bus era exactamente la que estaba marcando el reloj de la cocina en ese momento, las dos y media.

Metí todo en la mochila, salí disparada ante la mirada sorprendida de Will que estaba en la entrada del hostel y echándole un beso con la mano sin parar de correr me llegué hasta la estación de buses que por suerte estaba solo a cuadra y media.

Llegue que ya se iba, encima con las prisas me había dejado el billete en la mesa de la cocina, menos mal que el conductor que había retrasado la salida por mi ausencia, lo pasó por alto.

No me defraudó. Realmente el Chalten es un lugar muy bonito, estimulante, el paraíso del trekking.


El paisaje es diametralmente opuesto al de Calafate.

Aquí hay un pequeño pueblo rodeado de altas montañas. Por un lado un acantilado de una alta montaña hace de muro de piedra al enmarque del pueblo. Al fondo la imponente montaña de Fitz Roy de puntas nevadas, solo falla los tejados de las casas que son de metal ondulado en vez de tejas, a mi no me gusta nada.
El Calafate sin embargo estaba a orillas del esmeralda y enorme lago Argentina con las montañas lejísimos, la gamma inmensa de azules del panorámico cielo, paisaje llano con gran visibilidad ya que el viento constante de la Patagonia mantiene muy clara la atmosfera.
Ambas hermosas.
Me hubiera gustado no ir con tantas prisas, quedarme a disfrutar más de las muchas posibilidades de estupendas excursiones que este lugar ofrece pero ya es tarde, tengo el crucero para el lunes así que solo podré estar dos días pudiendo hacer las dos excursiones más emblemáticas, la del monte Fitz Roy de 8h y la de el cerro Torre de 6h.

Empezaré con la más corta para que me de tiempo mañana de comprar en el supermercado la comida

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