jueves, 19 de julio de 2012

25/1/2012 Tortugas en la playa, Rapa Nui



Me he emocionado de verlas nadar alrededor nuestro con todo descaro y sin miedo.

Son hermosas, grandes con esa cabecita tan poca cosa en relación a su cuerpo que van sacando de tanto en tanto fuera del agua para respirar.


Las playas en esta isla no son tal, son zonas de aguas más calmas por estar en recovecos protegidas del viento.
No por eso son menos hermosas.
Los surfistas están todo el día cabalgando las olas sin descanso, tienen cuerpos muy atléticos.
Los y las rapanui son bellos con la piel morena y rasgos faciales dulces cuando son jovencitos.
Los adultos están más dejados y gordos pero no vale generalizar pues no les he visto a todos.


La única playa de arena se encuentra a unos diez kilómetros al norte.
Es sorprendente que una isla solo tenga una playa pero es debido a que casi todo su litoral es acantilado.
Estuve bañándome en esa zona donde el agua está más tranquila, fondos rocosos y el gran atractivo de que hay tortugas (5 o 6) jugando en esta caleta.


El dia apacible, sin grandes excursiones, solo la visita a Ahu Tahai, al norte de la ciudad, donde, como no, tiene tres moais restaurados.
En este lugar hay uno que conserva los ojos pintados lo que le confiere un aspecto más llamativo.


A la salida de la ciudad, la única en toda la isla, Hanga Roa, se encuentra un hermoso cementerio que mas parece un jardín ya que en las tumbas han plantado flores, matas incluso una tiene un arbol.

Con el mar al fondo es un lugar bonito de ver.


Por la tarde tomamos una cervecita en un bar restaurante que como en tiempos pasados sucedía en España antes de la “ley de costas” tenía en la trastienda una minúscula playa de arena de uso semiprivado pues no hay otro acceso allí más que pasando por el local.


Luego estuvimos disfrutando de los ensayos para las fiestas de esta isla, "festival cultural Tapati Rapa Nui" que son a primeros de febrero (ya¡) en el polideportivo del pueblo.

Ensayaban unas trescientas mujeres de todas las edades (los niños ensayan en otro sitio) y unos cincuenta hombres, como siempre el sexo fuerte no gusta de bailar o hay pocos hombres en relación a mujeres aquí.

Participa todo el mundo, gente autóctona y gente residente. Creo que en la isla solo viven 5000 personas todo el año.


La música con orquesta local en directo me gustó mucho, muy agradable al oído y bien tocada.

Los bailes de ellas muy sensuales, con movimientos amplios y suaves de cadera mientras mantenían el torso recto y moviendo las manos con mucha gracia, como ondulándolas cual olas de mar.

Ellos con movimientos muy varoniles, algo más rudos pero atractivos y bien coreografiados.


Me ha gustado mucho, supongo que deberá ser delicioso verles en el estreno con sus vestimentas tribales y pintaditos.
Tendrán suerte los que vengan a las fiestas.

Hoy no hemos tenido puesta de sol, ha lloviznado y el cielo estaba muy tapado, que se le va a hacer, no siempre hay regalo antes der a dormir.

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