jueves, 19 de julio de 2012

13-14/6/2011 Ubud/ Agung Volcan (3.100m.)



He unido estos dos días porque para mí han sido uno. Aún no he dormido.

Durante el día he estado trabajando en mi blog desde un precioso restaurante a la sombra con un airecito muy agradable.

Llevo varios días con problemillas en mi boca que no ceden con el exceso de limpieza que llevo ni con colutorios, no me duele pero está ahí dando la tabarra.

Para no condolerme conmigo misma he decidido que era un buen día para pillar un trekking al volcán Agung (solo unos días con Miguel y ya hablo como él, yo no suelo decir pillar).

He llamado por teléfono a un guía (hombre) que viene en la guía (libro) de Bali de Lonely planet.

El primero que he llamado se ha enrollado mal, me dice que son 1200000 rupias pero que me lo deja en 1000000. Empezamos mal, si alguien dice eso es que está intentando presionar.
He llamado a otro que me ha pedido 650000 por los mismos servicios que el anterior y me ha gustado su forma relajada de hablar, le he dicho que si y hemos quedado a las 11,30 pm recogerme en mi hotel.
Para dejar pasar el tiempo agradablemente he ido a la masajista, un masaje mascarilla de cara por el módico precio de 90000 rupias.

He recibido una llamada de Estefan desde Sídney y me ha dicho que en Europa hay cólera. Es curioso que los informes de España me lleguen primero a través de él que está en las antípodas que de mis amigos de España.
Fue el primero en llamarme para decirme que el Barça ganó al Madrid con un juego muy sucio, que ganó el campeonato Europeo de fútbol, que en Madrid habían acampadas de protesta contra el gobierno….Está al día de todo.

Por la noche me conecté a Internet a ver si estaba Lluís allí con 24 horas de retraso pues quedamos en hablar ayer día 12.
No estaba pero hable con David que sigue en Alice Springs en ese trabajo misterioso que tiene y que dice que es de mucho esfuerzo físico y psíquico. Sigo sin saber de qué se trata, me sigue prometiendo que enviará una foto trabajando y lo entenderé todo.

A las 8 pm he intentado dormir un rato pero me ha sido imposible, delante de mi hotel hay un templo (son abiertos, lo que llamamos al aire libre) tenían festival con esa música reiterativa y chillona que se ha metido en mi habitación sin querer salir hasta las 10 pm en que ha acabado el concierto.
A las 10,15 me he quedado dormida lo suficiente para que a las 11,15 me llevara un susto al oír el teléfono.
Era mi guía que ya estaba en la puerta del hotel. Me he levantado medio zombi.
Hemos ido a otro hotel a recoger a una pareja de checoslovacos.

Las dos horas hasta llegar al aparcamiento del templo de Agung no han podido aprovecharse para dormir ya que dábamos más tumbos que en un tiovivo. Las carreteras están muy mal asfaltadas.

Llegamos de noche con luna casi llena (le falta una rayita). El cielo a rebosar de estrellas y ante nosotros 300 escalones de considerable altura cada uno para acceder al templo que está a 1.600m de altitud en un rellano con preciosas vistas del valle.

Con las linternas en las cabezas y el palo en la meno iniciamos el ascenso de montaña una vez superada la escalada de escaleras.
Sorprende la gran inclinación del terreno que desde el comienzo es considerable, de 45º, casi una pared.
Hasta calentar los músculos ha sido algo penoso, el cuerpo negándose a caminar en esa pendiente y el guía tirando de nosotros con su marcha alegre.

Antes de iniciar la marcha ha puesto incienso y una ofrenda floral en el templo.

El primer tramo de ascenso de 2h ha sido a través de bosque pero sin perder la inclinación del terreno en ningún tramo lo que no daba lugar a descanso. El guía tampoco daba lugar al descanso ¡ni que se le hubiera perdido algo en la cima¡
En dos horas no hemos parado más que dos veces justo el tiempo de beber agua.
A partir de las dos horas de ascenso ha cambiado el paisaje, han desaparecido los árboles y el camino en vez de piedras y rocas como hasta allí, es de lava solidificada haciendo unas barrigas por donde ascendíamos sin tener mucho donde apoyar el pie teniendo que usarse las manos por el gran desnivel.

A la joven checa le ha entrado un ataque de pánico al mirar para atrás y ver como estaba el valle al fondo de lo que parecía visualmente un precipicio que era el camino por el que íbamos.
El guía nos ha parado y ha pedido consenso.
Ella que no sigue que está aterrada, él (el muy cabrón) que quiere seguir, así pues que la decisión teóricamente estaba en mi voto.
Digo teóricamente porque yo no tenía posibilidad ninguna ya que si decía que seguimos adelante, ella no viene, eso no es viable, no se puede quedar sola y mucho menos bajar sola con un ataque de pánico.

Creo que lo correcto hubiera sido que el novio dijera que no subían y no dejarme a mí con el pastel. Él no quería sentirse que fastidiaba el ascenso diciendo eso y me pasa la pelota a mí.
Le digo al guía que bueno, estábamos a 2500m y a una hora y cuarto de la cima, al ritmo que íbamos no me sentía tampoco cómoda.


Decidimos esperar allí la salida del sol pero ella sigue con pánico y pide descender a la zona arbolada que le inspiraba mas protección.


Accedemos (como no) hicimos una hoguera ya que con dos horas que faltaban para esa salida astral nos podíamos quedar con la sonrisa permanente de los congelados.
La luna estaba ocultándose con un tamaño importante y teñida de rojo, preciosa.
El cielo plagadito de estrellas sobre todo al ocultarse la luna por la oscuridad que dejó.
Estrellas fugaces cruzando el cielo y nosotros esperando al sol.
Al fondo se veían todas las nubes ya que estábamos por encima de ellas.

La salida del sol majestuosa tiñendo de rojo cielo. Como salía por detrás de la montaña se proyectaron en la lejanía del valle las siluetas del Agung humeando.
A la derecha la silueta de tres montañas que ya no recuerdo el nombre que nos dijo el guía, a la izquierda la salida del astro rey.
En medio cuatro personitas de las cuales por lo menos una, (yo) se sentía empequeñecida e impresionada de tanta belleza.


Un mono salvaje se acerca a robarnos el desayuno, he compartido con él un plátano que lo ha devorado.


Cumplido el ritual y admirado el nuevo paisaje que se abría a la luz del día, iniciamos el descenso de vértigo.


A la hora de descender bendije la decisión de no subir hasta el final ya que mis cuádriceps ardían de la tensión del desnivel, lo inestable de las piedras sueltas y rocas altas.
La punta de mis pies parecía querer salirse de los zapatos. En ese momento entendí porque la guía (libro) decía que lleváramos las uñas de los pies bien cortadas.


La vuelta a Ubud, como era de día me ha permitido contemplar la gran belleza del paisaje del camino. Realmente es hermosa Bali. Sobre todo en estos pueblos perdidos que hemos ido viendo por el camino donde aún no se han contaminado del turismo.

Al llegar al hotel lo primero que hice es ir a comer pues ayer no cené y vine hambrienta.
Puse un mail a mi dentista de Mallorca para que me aconseje. Si tengo peligro de que se lesione el nervio dental por culpa de la infección paradontal superior derecha de mi molar, volveré a España a arreglarme la boca.
No me fio de los dentista de por estos lares ni tampoco de los de allá en general, así pues si alguien ha de tocar mi boca será el Dr. Zaragoza de Mallorca.

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