jueves, 19 de julio de 2012

14/04/2011 Una noche movidita

Tras el paseo nocturno por la ciudad, me acosté temprano. A las 12h ya estaba en la cama cayendo placidamente en los brazos de Morfeo. Al cabo de 2h, en lo mejor del sueño, en la fase REM, esa en que la profundidad del sueño desaconseja despertares repentinos, empezaron a sonar las alarmas en las habitaciones de todo el hotel de forma ensordecedora.

En un principio mi inconsciente trato por unos segundos incorporar ese ruido a lo que estaba soñado para eludir el despertar, pero como no pegaba ni con cola no tuve más remedio que despertarme sobresaltada sin saber donde estaba ni que pasaba.

Salí al pasillo donde rápidamente fueron asomando cabezas de las restantes habitaciones con cara de sorpresa y susto. No sé si porque yo era la mayor (en edad, no en tamaño) de las cabezas asomadas pero fue a mi a quien preguntaron que hacíamos justo cuando yo intentaba
preguntárselo a ellos.

Ante el liderazgo concedido sin yo pedirlo les dije que inmediatamente todo el mundo a la calle tal cual estaban, que si era falsa alarma ya se vería después. Mientras bajábamos las escaleras (naturalmente no cogimos ascensor) se iban oyendo como llegaban las sirenas de los bomberos. Llegamos a la calle al mismo tiempo que ellos empezaban a desenrollar sus mangueras. Mi primer pensamiento, curiosamente, no fue de susto sino de sorpresa de la prontitud de su aparición.

Finalmente todo quedó en falsa alarma, un huésped borracho como una cuba tuvo la divertida idea de vernos a todos juntos reunidos en la calle en pijama o sucedáneo del mismo. Todo esto a las dos de la madrugada.

Sorprendentemente, cuando de nuevo en la habitación intentaba reconstruir por donde iba mi sueño recibo un sms de Erich desde Austria (extraño a esas horas pues va vigilando los horarios en los sms que me manda) preguntándome si me pasaba algo, si estaba bien. En mi extrañeza por ese hecho llegue a la decisión o de que es muy intuitivo y me presiente o que el osito guardaspaldas que me regaló para el viaje me espía.

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