jueves, 19 de julio de 2012

22/6/2011 Lombok/Bali



Esta mañana he desayunado poco pese a tener bufet libre en el hotel ya que esta noche he tenido descomposición.
A las ocho en punto ha venido Carlos que dice que ha dormido muy mal, en su hotel había mucho ruido. Ha entrado en mi habitación con cara de niño pequeño el día de reyes. Estaba alucinado del lujo, no conocía el dispositivo anti fuegos que había en el techo, se lo he explicado.
Lo ha inspeccionado todo.
Me ha pedido ducharse en mi baño, en su hotel no tenia.
Le he oído disfrutar de esa ducha de lujo con champú, gel, crema corporal, etc.
No faltaba ningún detalle incluyendo la bata de ducha y las zapatillas que le he dicho que se las lleve de recuerdo.
Viéndole lacara he sabido que quería de mí. Dando por seguro que le gusto y que quisiera un revolcón, ante mi negativa lo que le hace persistir es la posibilidad de disfrutar de experiencias para él novedosas que nunca podría permitirse.

Me ha contado riéndose estirado en mi cama con los cinco almohadones para él solo que cuando en Japón hubo el terremoto se pasó toda la noche en la colina de Gili trawangan donde vive.
Sabe que los escasos 100 m. de altura que debe tener no le aseguraban impunidad en caso de tsunami.

Ya nuevamente en la moto y conduciendo yo  (en esta isla no hay tantos controles de tráfico) he podido disfrutar viendo la vida en los pueblos que íbamos cruzando.
Me ha llamado la atención un bus público lleno a rebosar con gente viajando en el techo y uno tocando la guitarra.
Se ha de tener en cuenta que aquí no se circula a grandes velocidades pero aún y con eso me ha parecido divertido pero peligroso, un frenazo brusco y todos al suelo guitarra incluida.


También es curioso que en los pueblecitos haya paradas de comida y bebidas que a la vez venden gasolina embotellada.
La tienen expuesta en un pequeño aparador al lado de la carretera con tejadillo de palma, las botellas de a litro alineadas.
Toda esta vida de aldea poco desarrollada me encanta y me retrotrae a mi infancia, en España se hacía lo mismo, es como un flash back, voy reviviendo escenas conocidas lo que me hace verlo con más cariño y cierta nostalgia.


Me cruzo con una mujer con burka y casco llevando una motocicleta, curioso.

Hemos parado a descansar en la cuneta con vistas a un acantilado. Allí sentados me ha pedido que me quede un día más. Le he dicho que no. Me ha pedido de ir conmigo a Bali, él nunca ha estado. Dice que cuando le eche de menos le llamaré diciendo que venga a Bali, se ha reído con esa risa infantil que contagia.
Dice que soñar es libre y él sueña que sea así. Es de una candidez encantadora.

Viendo al fondo las tres Gili me dice"esa" señalando la Trawangan "es donde nos conocimos" "y esas dos", señalándome las otras, "es donde querías olvidarme"………..Tiene un ingenuo sentido del humor que me gusta.
Me ha confesado que su aspiración es poder regentar un negocio de alquiler de máscaras de buceo. Su amigo le recrimina que no aspire a regentar un hotel y me dice que sus sueños son de cosas que sean posibles.

Ya en el puerto y regateando el precio del barco a Bali, lo he conseguido por 350.000 rupias.
Siempre sacan la misma cantinela, enseñan un folleto de otra compañía que ofrece ese viaje por 600.000 rupias y te dicen que ellos solo te cobran 450.000 y a partir de ahí a regatear.

Carlos la ha dicho que le hagan una rebaja buena cuando vaya a Bali a verme, está convencido que le llamaré.
La despedida emotiva, le he cogido cariño al pequeñín, soy una sentimental.

La travesía en un suspiro pues están cerquita las dos islas. La mar brava ha hecho que vayamos dando botes por las olas.

De vuelta a Ubud he parado a comer antes de llegarme al hotel.

Descanso y conexión a internet, he hablado con Lluís pero como siempre va con prisas no hemos podido concretar.
Conexión con Andrés que se ha estrenado con esto del skype para lo que ha pedido ayuda a su amigo cardiólogo, no recuerdo el nombre, que al final se ha puesto a hablar todo el rato conmigo explicándome su vida y sus aspiraciones profesionales mientras Andrés esperaba pacientemente a que le cediese el micro.
Me ha confirmado que llegará a Tailandia el día 16 de Julio hasta el 31, ya tiene el billete.

Tendré que hablar con Marta haber como lo combinamos.

También he hablado con Rosendo que está encantado de la vida con su nuevo estado de jubilado, se le nota en la cara lo relajado que vive.

Me han echado de la librería porque cerraban.

De vuelta al hotel y diciendo “no, gracias” a cada paso por las ofertas de taxistas me pregunto que si te ven decir no al que te lo ofrece a tres pasos,¿porque me preguntan? ¿creen que en esos escasos tres pasitos puedes cambiar de opinión?

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