Esta mañana desayunando junto al mar he visto que la cabaña de al lado mío tenia las maletas en el porche.
He pensado que se iban muy temprano dando por supuesto que el barco publico llegaría a las 10 como ayer pero me equivoqué.
Ese transporte es entre las Gili, el que va entre Gili Air y Senggigi sale a las 8,30 am.
He llegado al puerto viendo como se iba el barco de esa hora pero estando segura de que habría otros.
Durante el trayecto me he sentido muy mal. Me he dado cuenta que lo había hecho todo de forma inadecuada. Debería haber atendido sus sms contestandole que no, sin dar por supuesto que ya lo entendería si no los contestaba. Los mensajes no verbales de la gente de cultura tan diferente no son los mismos.
Le he explicado que he perdido el barco de servicio público y que me han dicho que no había otro hasta el día siguiente, me ha dicho que es mentira que hay varios a lo largo del día, esta vez me la han colado, que se le va a hacer.
Hemos gritado y reído bajo la cascada de agua fresquita,
Carlos tiene una risa infantil muy cándida que contagia y sobre todo la alegría desenfadada de la juventud.
El paisaje es muy hermoso, montañas junto al mar por un lado y grandes explanadas de arrozales y otros cultivos se alternan con bosques de palmeras que llegan hasta el mar.
Allí vive gente al estilo que se vivía antes de llegar el progreso, sus vidas son rústicas en extremo. Hay un centro de donaciones para la supervivencia del pueblo donde los turistas depositan la voluntad y dejan estampada su firma en un viejísimo y rústico libro de visitas.
Yo he hecho lo propio.
Como todo el trayecto es bordeando el mar he ido viendo la puesta de sol desde la moto.
Al final hemos parado en una playa para acabar de verla con tranquilidad y hacer unas fotos comiendo plátanos fritos que Carlos compró.
Llegué al hotel a las 8pm tras una ducha bajé al lobby para conectarme un rato a internet.
Prometí a David el australiano que me conectaría con él a las 12 de la mañana por skype ya que se va a Sídney por tierras de “no where” donde sé por experiencia propia que no hay posibilidad de conexión ni de Internet ni telefónica.
Con toda esta movida de hoy no lo pude hacer, lo siento.
Un mail de Rosendo me da la buena nueva de que va a ser abuelo, está muy contento y yo también.
Ya en la habitación con cinco mullidos almohadones termino el día escribiendo estas líneas.
He pensado que se iban muy temprano dando por supuesto que el barco publico llegaría a las 10 como ayer pero me equivoqué.
Ese transporte es entre las Gili, el que va entre Gili Air y Senggigi sale a las 8,30 am.
He llegado al puerto viendo como se iba el barco de esa hora pero estando segura de que habría otros.
Por el camino al puerto he recibido 3 llamadas seguidas de Carlos, el indonesio. Como no contesté los sms de estos días, tampoco he contestado el teléfono dando por supuesto que lo entendería como que no quería saber nada de él.
En el puerto me han dicho que solo hay un barco al día. Me ha extrañado muchísimo que entre las islas Gili hayan dos diarios y con la principal (Lombok) y la Gili más cercana solo haya uno.
Me ha dicho el chico que expende los billetes que podía coger un Shuttle por el módico precio de 350.000 rupias.
Me ha dicho el chico que expende los billetes que podía coger un Shuttle por el módico precio de 350.000 rupias.
Le he pedido mejor precio y me lo ha dejado a 300.000 incluyendo el desplazamiento en coche desde el puerto al hotel que está a unos 20 minutos.
Al llegar al puerto ha venido a recibirme un joven que era el que me iba a acompañar hasta el coche que me estaba esperándome.
Al descender del barco oigo que me llaman por mi nombre, miro y sorpresa………………Carlos esperándome en el puerto.
Al descender del barco oigo que me llaman por mi nombre, miro y sorpresa………………Carlos esperándome en el puerto.
Me he quedado muy sorprendida pero inmediatamente he caído en la cuenta que en estas islas con tan pocos habitantes y no demasiados turistas es muy fácil dar con quien se busca.
Estaba pálido y fumando con ansiedad. Nos hemos quedado uno frente al otro con mi guía al lado sin entender nada.
Le he dicho que lo sentía peor que había cambiado de opinión y que me iba al día siguiente para Bali por lo que no necesitaba un guia.
Las facciones de la cara y su mirada reflejaban miedo o más bien abandono. Me he ido con mi guía al que ha mirado con extrañeza pensando que iba conmigo.
Le he dicho que lo sentía peor que había cambiado de opinión y que me iba al día siguiente para Bali por lo que no necesitaba un guia.
Las facciones de la cara y su mirada reflejaban miedo o más bien abandono. Me he ido con mi guía al que ha mirado con extrañeza pensando que iba conmigo.
El cuadro era de novela de Corín Tellado, muchacho en puerto en espera de su amor que cuando llega lo desprecia y se va con otro ante la mirada de una docena de personas que allí estaban parados pendientes de nosotros.
Me ha recogido un coche de caballo que me ha llevado fuera del recinto portuario donde me esperaba un nuevecito y confortable coche con aire acondicionado.
Durante el trayecto me he sentido muy mal. Me he dado cuenta que lo había hecho todo de forma inadecuada. Debería haber atendido sus sms contestandole que no, sin dar por supuesto que ya lo entendería si no los contestaba. Los mensajes no verbales de la gente de cultura tan diferente no son los mismos.
En el coche recibí un sms de Carlos deseándome que tuviera buena estancia en Lombok.
Esta vez he contestado pidiéndole perdón por mi mal proceder que lo sentía.
Esta vez he contestado pidiéndole perdón por mi mal proceder que lo sentía.
Me ha llamado por teléfono preguntándome que había hecho mal para que no quisiera ir con él.
Ahí estaba el problema, no sabía que responder y ese es el motivo por el cual no contesté sus anteriores sms. Le dije que era problema mío que él no había hecho nada malo.
Ahí estaba el problema, no sabía que responder y ese es el motivo por el cual no contesté sus anteriores sms. Le dije que era problema mío que él no había hecho nada malo.
Me ha dicho que se sentía muy mal, que le dejara acompañarme durante el día que iba a estar allí. Dijo que luego a la noche él me dejaría en mi hotel y se iría.
Ya no tenía más escusas y me sentía muy culpable recordándole allí parado en el muelle como esperando sentencia. Le he pedido que alquile una moto y me recoja en el hotel.
Llegue al hotel que es una pasada. Es un resort con piscina, playa privada, campo de golf, piscina, gimnasio, etc. Aquí pensaba pasar todo el día disfrutando de sus comodidades pero las carambolas la vida hacen que no sea así.
El botones que me ha acompañado a la habitación se llama Daniel, le he preguntado por que llevan esos nombres tan poco indonesios, me ha contado que los cristianos llevan nombres así.
Lo extraño es que los pronuncien y escriban en español.
Me ha dicho que el no es un buen cristiano por un lado reza y por otro peca bebiendo y yendo de discotecas. Hemos reído un buen rato, me ha preguntado por mí y mi familia, hemos estado hablando alegremente, es muy simpático.
Lo extraño es que los pronuncien y escriban en español.
Me ha dicho que el no es un buen cristiano por un lado reza y por otro peca bebiendo y yendo de discotecas. Hemos reído un buen rato, me ha preguntado por mí y mi familia, hemos estado hablando alegremente, es muy simpático.
El día ha sido fantástico, me he divertido muchísimo en las cataratas de Sendang Gile en Senaru Watter Fall al pie del volcán de Rinjani.
En el trayecto de tres horas y media para llegar hemos parado para descansar sentados en la cuneta.
En el trayecto de tres horas y media para llegar hemos parado para descansar sentados en la cuneta.
Me ha dicho lo mal que se ha sentido estos días sin que le contestase a sus mensajes, que cuando me vio el primer día sintió un vuelco en el corazón y muchas ganas de besarme, de tenerme entre sus brazos.
Había ido a primera hora al puerto vigilando todo los barcos, cuando me ha visto se ha puesto a temblar (la verdad es que hacia cara de susto en el puerto).
Había ido a primera hora al puerto vigilando todo los barcos, cuando me ha visto se ha puesto a temblar (la verdad es que hacia cara de susto en el puerto).
Le he preguntado su edad. Le hice ver que tiene un año menos que mis hijos, que su interés por mi me incomodaba por la diferencia de edad y que no se lo tomara a mal.
Él dice que no le importa la diferencia de edad, que nunca ha estado con mujeres mayores, con jóvenes extranjeras muy frecuentemente, que él sigue lo que el dicta el corazón y no la mente.
Él dice que no le importa la diferencia de edad, que nunca ha estado con mujeres mayores, con jóvenes extranjeras muy frecuentemente, que él sigue lo que el dicta el corazón y no la mente.
Me ha contado que está casado aunque no vive con su mujer porque no se llevan bien. Tiene una hija de un año y medio que se llama Noemí.
Le he dicho que mi hijo viene en julio y me ha dicho que si va por las Gili que se ponga en contacto con él que los atenderá muy bien, solo le pedirá que le llame “papa”, hemos reído mucho con su ocurrencia.
Ya al pie del volcán me ha contado que él nació en una isla llamada Moyo island en Sumbawa Besar (Indonesia) donde aún hoy no ha llegado la electricidad.
Son cinco hermanos pero solo él ha sentido la inquietud de irse de su isla a conocer mundo.
Allí la vida es muy tranquila pero desconocen todo lo del mundo, se dedican al arroz y cuando no hay que trabajar el campo, dormitan.
Son cinco hermanos pero solo él ha sentido la inquietud de irse de su isla a conocer mundo.
Allí la vida es muy tranquila pero desconocen todo lo del mundo, se dedican al arroz y cuando no hay que trabajar el campo, dormitan.
Le gustaría que evolucionasen, que llegase la electricidad a su isla.
Le he preguntado si cree que ellos son felices con lo que tiene y me ha dicho que si pero que es porque desconocen lo que hay fuera.
Le he cuestionado si eso es más valorable que la sencillez y tranquilidad que tienen ahora.
Me ha dicho que él cree que para las nuevas generaciones es importante el progreso pues cuando han de salir de su entorno para comprar o vender las cosas relacionadas con la cosecha, tienen miedo a lo desconocido lo que les situar en inferioridad de condiciones respecto a los que tiene más mundología.
Creo que tiene razón.
Le he preguntado si cree que ellos son felices con lo que tiene y me ha dicho que si pero que es porque desconocen lo que hay fuera.
Le he cuestionado si eso es más valorable que la sencillez y tranquilidad que tienen ahora.
Me ha dicho que él cree que para las nuevas generaciones es importante el progreso pues cuando han de salir de su entorno para comprar o vender las cosas relacionadas con la cosecha, tienen miedo a lo desconocido lo que les situar en inferioridad de condiciones respecto a los que tiene más mundología.
Creo que tiene razón.
Le he explicado que he perdido el barco de servicio público y que me han dicho que no había otro hasta el día siguiente, me ha dicho que es mentira que hay varios a lo largo del día, esta vez me la han colado, que se le va a hacer.
Para acceder a las cataratas hemos hecho un trekking bajando una garganta de mucho desnivel, atravesando el rio por medio entre las piedras con el agua hasta las rodillas con fuerte corriente hasta llegar a un entorno mágico de un salto de agua impresionante que salpicaba de forma que una nube de agua nos envolvía. Hemos llegado al pié de la misma bastante empapados.
Hemos gritado y reído bajo la cascada de agua fresquita,
Carlos tiene una risa infantil muy cándida que contagia y sobre todo la alegría desenfadada de la juventud.
Empapados hemos hecho el camino de vuelta secándonos al aire de la moto.
El trayecto pasando por pueblecitos y viendo cómo viven sus habitantes.
El trayecto pasando por pueblecitos y viendo cómo viven sus habitantes.
El paisaje es muy hermoso, montañas junto al mar por un lado y grandes explanadas de arrozales y otros cultivos se alternan con bosques de palmeras que llegan hasta el mar.
Hemos parado en un pueblo tradicional. Allí no llega la electricidad y la construcción de las casas es la original de los isleños con techos de palma, las paredes de palma tejida sobre piedras que le hacen de soporte, dentro el suelo es la tierra.
Allí vive gente al estilo que se vivía antes de llegar el progreso, sus vidas son rústicas en extremo. Hay un centro de donaciones para la supervivencia del pueblo donde los turistas depositan la voluntad y dejan estampada su firma en un viejísimo y rústico libro de visitas.
Yo he hecho lo propio.
Carlos le ha comprado platanos fritos a una muchacha que los estaba friendo allí mismo en el suelo. Estaban muy buenos.
Como todo el trayecto es bordeando el mar he ido viendo la puesta de sol desde la moto.
Al final hemos parado en una playa para acabar de verla con tranquilidad y hacer unas fotos comiendo plátanos fritos que Carlos compró.
Por el camino de regreso paramos a observar el fenómeno diario de la puesta de sol que no por cotidiano deje de ser mágico.
Llegué al hotel a las 8pm tras una ducha bajé al lobby para conectarme un rato a internet.
Prometí a David el australiano que me conectaría con él a las 12 de la mañana por skype ya que se va a Sídney por tierras de “no where” donde sé por experiencia propia que no hay posibilidad de conexión ni de Internet ni telefónica.
Con toda esta movida de hoy no lo pude hacer, lo siento.
Un mail de Rosendo me da la buena nueva de que va a ser abuelo, está muy contento y yo también.
Ya en la habitación con cinco mullidos almohadones termino el día escribiendo estas líneas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario