jueves, 19 de julio de 2012

29/05/2011 Darwin (IX)



Esta mañana he ido como siempre a la biblioteca, como John no daba señales de vida a las 10 de la mañana le he puesto un mensaje diciéndole que no tome una habitación doble como me propuso ayer noche y me pidió que no le contestase hasta hoy.

Me contestó al sms con un escueto OK, le pregunté en otro sms si quedaba en pié el ir por la tarde de picnic para oír jazz en el parque de Mindil, me contestó que nosotros no teníamos nada que hacer de momento. Me di por enterada de que el no acceder a sus proposiciones era el final de nuestra amistad…........que se le va a hacer, hay gente que lo tiene claro, no quieren perder el tiempo, si hay rollo amigos si no, no.

Me ha llamado Estefan que no ha podido arreglarse el trabajo para venir a Darwin pero insiste en que le dé mi teléfono de Bali porque vendrá. Ya veremos si se lo doy, ya está bien donde está, no quiero que venga por mi y espere algo que no estoy dispuesta a aceptar.

Por la tarde he ido al marcado de Mindil, como siempre atractivo, el joven que toca el instrumento musical llamado didjoridoo es genial, toca 4 a la vez, más que tocar los sopla pues son largas ramas de eucalipto ahuecado por el efecto de las hormigas termitas, en forma de trompeta de unos 2 metros. ¡Que ritmo¡ es genial, le acompaña una batería.

La puesta de sol espectacular con abundancia de público como siempre la gente de picnic con la familia o amigos, con los manteles estirados en el césped llenos de viandas para cenar.
Al llegar al hotel he visto a John que estaba en el bar empinando el codo con unos amigos, no me ha dirigido la palabra……..Sorprendente, por lo menos un hola o un adiós y queda como un señor. Le he debido ofender grandemente despreciando dormir con él. Que se le va a hacer, es la vida.

He conectado con David que sigue en Catherine, está bien.

Con ganas ya de volar a Bali y dando por acabado mi periplo por Australia, solo faltan dos días.