jueves, 19 de julio de 2012

28/5/2011 Darwin(VIII)



En mis cálculos de estancia en Darwin me han sobrado 5 días, ya no tengo nada que hacer aquí, estoy bien acompañada, la biblioteca me es muy agradable pero tengo ya ganas de ir a Bali y el billete lo cerré para el día uno de junio.

Me desorienta algo este tema de los billetes, por un lado si los saco con tiempo hay mejores precios pero he de anticipar la previsión de los días que me quedo en un sitio y no es fácil de saber si es demasiado o demasiado poco. Por otro lado no siempre es cierto que hay mejores precios por anticipar el vuelo pues Mario y sus amigos, los italianos que vendieron la van a John, sacaron vuelo para Bali de hoy para mañana y les ha costado 20 dólares menos que mi billete sacado hace 15 días.
Sin embargo en Alice springs me pasó lo contrario, quería volar a Cairns y me pedían para esas fechas próximas 150 dólares más que los billetes conseguidos por mis compañeros de expedición que lo habían sacado 10 días antes.


Hoy he estado trabajando en la biblioteca dos horitas, he recibido mensaje de David que está en Catherine, no sé si esta aun molesto conmigo, ya se lo preguntaré.
Luego baño en la piscina del hotel, por la tarde he ido a ver la puesta de sol a Mindil beach con John, me he sentido bastante ridícula sentada en esas sillas plegables que ha sacado de su auto caravana plantándolas en la arena, la puesta de sol se ha de ver sentado directamente en la arena, es lo suyo.
No le he dicho nada pues estaba muy contento de ofrecerme la comodidad de las sillas.

Me ha llamado Paco, el español que me presentó su hija en el mercadillo, diciéndome que podríamos vernos, le he contado que estaba con un amigo viendo la puesta de sol en la playa, me dijo que venía con la bici en 15 minutos, me ha parecido improcedente y raro por lo que le he manifestado que estábamos a punto de irnos a cenar unas pizzas y luego teníamos planes para ir al casino, se ha quedado disgustado.

El casino de Darwin es sorprendente. Lo primero que sorprende es que hay niños, con sus padres, naturalmente. Como es un hotel he pensado que se habían colado por error pero no, no hay restricciones de edad en acceder a la zona de juego e incluso hay una zona tragaperras para ellos.

El local es amplio, no es como los casinos de España que la gente va arreglada, muchos van en playeras. Hay una zona de discoteca, una hermosa terraza con mesas para tomar copas.
En un lado diferente de las salas de juegos principales. Vi a niños jugando en las maquinas tragaperras ……….Sorprendente.

John quiere saber si mañana voy con él de camping, le he dicho que no, es majo y no me importa salir de copas pero de eso a compartir la auto caravana con una sola estancia, pues va a ser que no.

A las once de la noche he notado que John estaba ya algo tocado por las varias cervezas que ha tomado, he dado por acabada la velada, le he dicho de marchar alegando cansancio.