jueves, 19 de julio de 2012

31/05/2011 Darwin(XI)



A las nueve de la mañana puntual machacando el body con steps en el gimnasio……Buena chica.

El resto de la mañana he aprovechado para arreglar el entuerto que hice con la plancha en mi mochila al pegar un parche de Australia, quemé el plástico haciendo un pequeño agujero que he tapado con otro parche pero usando súper glue, me da la impresión que he hecho una chapuza.

A las 13h nuevamente en el gimnasio con Pilates que me han sentado muy bien.

Por la tarde en la piscina haciendo el vago hasta las siete que me he conectado a Internet hablando por skype con Lluís, a ver si lo convenzo de cambiar destino de vacaciones. Luego he conectado con David que sigue en Catherine, por la pantalla le he visto con una cerveza en la mano.

He de reconocer que los tres días que hemos estado saliendo juntos en Darwin no ha tomado ni gota de alcohol por lo que no puedo decir que sea muy significativo las dos noches que le vi beberse una botella de vino casi solito en Alice springs.

Se ha llevado el ordenador hasta la furgoneta se ha estirado en la cama y hemos estado hablando, yo lo veía horizontal en mi pantalla. Se le notaba contento de hablar conmigo, estaba muy cariñoso, me alegro que no esté enfadado por haberle despreciado el viaje juntos.

Me ha dicho que estaba esperando que le pidiese que viniera a Bali conmigo. He desviado el tema, si no quiero ir con él de camping por estas tierras ¿cómo supone que puedo pedirle que venga conmigo a Bali?

Mi compañera de habitación me ha dicho si quería ir con ella y con los italianos (los que vendieron la van a John) a bailar salsa. Le dije que sí.

Nos fuimos del hotel tres chicas y cuatro chicos, los tres italianos y un francés. Primero pasamos por la pizzería “take away” para cenar, mientras esperábamos las pizzas en el exterior, presenciamos un muy desagradable etnocentrismo y faltad de delicadeza por parte de una jovencita turista que se estaba riendo, gravando de manera obscena a un aborigen borracho, al que invitaba a desnudarse por dinero para gravarle (llevaba los pantalones caídos hasta el suelo) diciendo tonterías mientras ella sin ningún pudor lo filmaba riéndose y queriendo que participáramos e su chanza.

La miramos con ojos desaprobadores, le dimos la espalda, Oímos que nos dijo que le había dado 20 dólares para que hiciera un striptease…………………..Que pena que haya gente con tan poca delicadeza por el mundo. Al ver que nadie la coreaba y el ambiente creado era adverso a su posición, dejó de gravar y se fue.

Los aborígenes que eran tres borrachos como cubas, se vinieron, ya vestidos, hasta nosotros charlando y diciendo tonterías cuando de pronto aparece un “cachas” digno de perro de portería de cualquier discoteca diciéndoles a voces que se largaran y dejaran de molestar.
Nosotros a voces también le dijimos que se largara él ya que los aborígenes estaban con nosotros, eran nuestros invitados que no les hablara así.
Un tanto cortado debido a que él quería, haciéndose el gallito, quitárnoslos de encima, se fue con el rabo entre las piernas diciéndonos “good luck” en plan irónico, le contestamos que lo mismo para él.
El metabolismo de los aborígenes no procesa bien el alcohol por lo que se entrompan muchísimo más fácil que los de raza caucásica, eso hace que los que beben estén borrachos siempre y se les note.
También hay que decir que no beben todos, lo que pasa es que los que beben están “pillaos” se lo gastan toda la subvención en alcohol y viven en las calles durmiendo en los parques pero también están los que llevan una vida normal integrada a nuestra cultura, a esos no se les ve tanto pues no hacen ruido.

También están los el desierto en tierras e “no where” donde viven su propia cultura sin interferencias de la nuestra aunque usando nuestra tecnología lo que hará que la evolución hacia la integración se realice de forma más pausada y asimilable.

Nos comimos las pizzas sentados en el césped al lado de una carretera hablando desenfadadamente, tuve la grata impresión de que no había diferencias de edades, podemos entendernos, reír de las mismas cosa y estar juntos sin que sea la edad un obstáculo (ellos tenían menos de treinta). Luego fuimos al local donde prometían salsa, así lo anunciaba la pizarra de la puerta pero al entrar no había música y la gente estaba cenando.

Se nos comunicó que empezaría más tarde, por el aspecto del lugar y la pequeñísima pista que había supe que aquello no era lo que íbamos buscando. La gente empezó a pensar otro sitio donde ir pero yo me despedí, ya eran cerca de las doce (hora de la cenicienta) y sobretodo es que hacia frio, no iba bien abrigada.

Es curioso que por las mañana y por las noches desde hace tres o cuatro días hace fresquito. Es viento del sur que como ya ha entrado el invierno viene frío.

David me dijo que en Alice Springs por la noche hizo 1º bajo cero. Veo que me voy yendo de los lugares a medida de que va viniendo el frio.

Ya toca dejar Darwin.