jueves, 19 de julio de 2012

5/6/2011 Ubud, Bali (II)


La ciudad de Ubud es muy agradable. Los edificios de una sola planta baja son comercios.
La competencia es feroz, hay turistas pero desproporcionadamente más oferta de servicios que demanda de ellos, eso hace que el regateo sea muy favorable al turista incluso dentro de los comercios con apariencia de más calidad.
El regateo llega a niveles como que para entrar en un templo que cuesta 2500 rupias puedas entrar ofreciendo 1500 que es un euro y pocos céntimos.

Las calles son con aceras irregulares con muchas posibilidades de caer, ya he tenido varios tropezones que de momento no me he caído pero” toco madera”.
Los coches circulan en menor cantidad que en Kuta pero con la misma sensación de que el primero que mete el morro es el primero que pasa.
Con las motos zigzagueando entre ellos, los peatones no tienen ni mucho menos preferencia, el coche pasa casi rozándote sin la menor intención de ceder el paso en ningún caso.

Las ofrendas florales en pequeños cestitos de palma los dejan en cualquier sitio, por lo que tengo que esquivarlos al caminar si no quiero pisarlos, dicen que da buena suerte ponerlos.
Anoche los de mi calle llevaban además de las flores barras de incienso que producían un olor agradable.


La calle principal desemboca en el Monkey Park donde los monos están al acecho de los turistas por los plátanos.
Me he encontrado allí con Miguel, el español que conocí en el backpacker de Darwin y que quedamos por facebook.
Le hice una foto sentado en el suelo junto a un mono que al verle con mochila se lanzó hacia ella queriéndosela arrebatar (suponía que allí estaban los plátanos).
Hasta este momento no me había dado cuenta del significado de "hacer monadas" que se suele decir, viéndolos moverse se entiende.
Hemos paseado toda la mañana por la ciudad tras un desayuno en un bar muy bonito y agradable con fuente, balsa y peces incluidos.


La comida también agradable el sitio, mesas bajas con cojines para sentarse en el suelo que me lleva a percatarme de que estoy perdiendo flexibilidad, tendré que buscar un gimnasio pero con tanta excursión no queda tiempo.


La palma del día se la lleva el maravilloso masaje que hemos recibido tipo balinés de una hora de duración por el módico precio de 100.000 rupias (7€).
La muchacha que me lo hizo era pequeñita de altura, delgadita pero con una fuerza y habilidad en las manos que hizo recuperarme de tantos días de trasiego........Delicioso.
Mañana repito con uno de cara y mascarilla de pelo.

Fui a descansar un poco al porche del hotel, casualmente está al lado del de Miguel y eso que hay un montón de ellos, reíamos diciendo que la noche anterior por facebook intentando en quedar podríamos habernos asomado a la puerta y hacerlo cara a cara.


Al rato ha venido Miguel.
En el porche de mi habitación hablando se ha acercado el dueño de la casa que se ha quedado hablando con nosotros de su vida familiar.
Se casó con una americana que se fue a América para solucionar un problema cardiaco que tuvo y ya no volvió dejando al marido y a los hijos aquí.
Tiene una hija que no vive con él y un hijo que si, en la habitación de al lado mío.
Tiene tres nietos de este hijo que se casó dos veces, .El es muy joven, se casó con 20 años y su mujer tenía 15 años.

Por la noche me conecte a Internet llevándome la sorpresa de que estaban conectados muchos amigos (luego caí en que era domingo), Rosend ya lo sabía porque quedamos en ello aunque la conexión fue tan mala que fracasó el intento. Hemos quedado en conectar otro día.

Más tarde cambié de bar con wifi dándome cuenta que el problema de conexión era de que no tenían banda ancha pues en este otro bar no tuve ningún problema. Para mañana ya sé donde ir a conectarme.

Miguel se ha ido a ver la final de tenis a un bar que la retrasmiten, yo me he ido a casa.

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