jueves, 19 de julio de 2012

6/6/2011 Ubud, Bali (III)



Esta mañana en la puerta del Monkey Forest una moto ha atropellado a un monito pequeño que estaba con sus padres.Ha pegado un chillido y ha salido corriendo a la vez que sus monos padres se han ido disparados hacia el motorista que había aminorado la marcha con chillidos de intensa agresividad. Menos mal que con un golpe de acelerador ha conseguido dejarlos atrás después de un buen trozo en el que dudaba si lo atraparían o no. El mono herido estaba mientras subido en una rama temblando.
Luego los he visto ya dentro del bosque. Lo he reconocido por la herida en su brazo.
Los monos están por todas partes esperando que los turistas les suelten los plátanos adquiridos en la puerta en un chiringuito colocado para esto.


Entre ellos hay disputas territoriales por ocupar la zona más cercana a la entrada, donde está el puesto de plátanos.
Un mono dominante ha perseguido a un pequeño que se ha atrevido a invadir su zona dando gritos agresivos pero son bocazas pues cuando el pequeño se ha sentido acorralado por la proximidad de su perseguidor, se ha parado, ha presentado cara, le ha enseñado los dientes emitiendo también gritos agresivos a lo que el grandullón ha dado media vuelta y se ha marchado…..Mucho ruido y pocas nueces, parece que se van a matar y todo son amenazas verbales.


En unas escaleras donde había unos monos jugando me he sentado para que me hicieran una foto con ellos a cierta distancia.
Todo ha sido sentarme y antes de que me diera cuenta tenia uno en mi falda otro que se me sube al cuello y me quita las gafas mientras que el de la falda intenta abrir mi bolsa cinturón.

He intentado recuperar mis gafas pero se las ha llevado. Como tenia al otro mono en mi falda no he podido quitárselas a tiempo. Un vigilante que se ha percatado de la situación ha venido en mi ayuda haciendo que el de las gafas las soltara y se fuera pero como el de mi falda seguía allí le ha tirado al suelo unos trozos de unos frutos que les gustan de color verde por fuera y blanco por dentro, no lo conozco.
El mono ha saltado para atrapar el fruto antes que otros y me he podido levantar, estaban amigables, no me he sentido en peligro en ningún momento hasta ese momento.


La situación cambió cuando otro mono le quitó de las manos a un turista una guía. Primero nos hizo gracia como la sostenía en las manos como si la leyera pero de repente la abre y tranquilamente, hoja por hoja y con gran destreza, va arrancado una hoja tras otra.

Alargué la mano para quitársela, al instante soltó el libro y enseñándome los dientes con gritos amenazantes fue directo a por mí.
Yo retrocedí dandole la cara en todo momento, zigzagueando para despistarlo pero me seguía insistentemente gritándome agresivamente. Entonces sí que tuve miedo. Le tiré unos papeles que llevaba en las manos para ver si desviaba su atención pero no lo conseguí, no les hizo ni caso.
En esos momentos apareció uno de los muchos vigilantes que hay para evitar estas cosas y le hizo retroceder encarándose a él.

Ese mono tenía malas pulgas.


Comí con Miguel en un precioso restaurante con un templo en sus estancias y lago con Lilys.


Durante la comida fuimos viendo como se desarrollaba una ceremonia Hindú de ofrenda muy vistosa.

Arroz con pollo y verduras muy bien especiado con un huevo frito encima y unas salsas acompañantes de las que pican de verdad. Ese fue mi menu. Probé directamente de una de las salsas, lloraba de picor. No las comí.





Por la tarde masaje nuevamente, esta vez de cara ¡genial¡
Me estoy viciando.
El mercadillo es muy colorido, hay de todo para los turistas, son algo cansinos invitando a que compremos pero supongo que ese es su trabajo.
Miguel tiene buen carácter y se enrolla con todos.


He llamado a otro Miguel, primo de Loperena, mi amigo de la infancia. Cuando se enteró que estaba aquí me mando un mensaje por facebook con el mail de su primo que vive aquí.
Es muy simpático, hemos quedado que cuando vuelva de Java (me voy mañana) le llamaré y quedaremos.
He hablado con el dueño del hostel de que me guarde la mochila grande, me iré solo con la pequeña y me ha dicho que si.

Anocheciendo he podido contactar con Rosend por skype, esta vez ha funcionado.

Luego paseando por la ciudad de vuelta a casa me he dado cuenta que la mayoría de restaurantes están vacios, no sé si es que no es temporada, seguro que será eso porque si no, no se entiende como pueden sobrevivir.

La ciudad está muy tranquila no hay casi nadie por la calle y eso que solo son las 20h. Como casi no hay farolas y los comercios la mayoría están cerrados reina la oscuridad en muchos tramos.

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