jueves, 19 de julio de 2012

7/6/2011 Going to Java


De buena mañana viaje en bus con Perama hasta Kuta donde cambiamos de bus para ir a Gilimanuk, al norte de Bali donde coger el ferry hasta Ketapan, Java y continuar con el mismo bus hasta Cemoro Lowang, junto al volcán activo de Bromo, formando un trió de volcanes, famoso por su espectacular belleza sobre todo al amanecer visto desde un mirador en el monte Penanjakan.
El viaje lo hicimos Miguel y yo junto dos inglesas llamadas Becky (Rebeca) y Lauren. Esta última se pasó todo el viaje de trayecto en la van agarrada al respaldo y sin mirar la carretera. Es demencial como conducen por esas carreteras estrechas de doble dirección, mal asfaltadas con mucho tráfico y acorralados por las motos.
En varias ocasiones llamó la atención del conductor diciéndole que no corriera tanto ni hiciera esos adelantamientos tan peligrosos viniendo coches o motos de cara con la idea de que" ya se apartaran". El conductor ni caso. Le dijo que estaba poniendo en peligro nuestras vidas. El conductor ni caso. Se cambió en una parada de descanso al asiento de atrás para ver menos. El conductor ni caso……Al final, estando ya en carreteras de Java, llamó a la compañía que le vendió el tour (nosotros íbamos por libre) y se quejo del modo de conducir del chofer. Recibió una llamada telefónica el guía que iba al lado del conductor, nos pidieron perdón (a todo esto ya estábamos a 2h de llegar en un viaje de 14h contando la media hora de ferry) y bajó la velocidad.
La comida la hicimos en la carretera en un pueblo de Bali llamado Negara, el conductor nos paró en un restaurante que no nos pareció muy limpio y nos negamos a comer allí, paseando con la van vimos uno de mejor aspecto, le dijimos de parar y comimos allí. Luego llegó el guía que había ido al banco para unas gestiones, arrinconó al propietario en la cocinilla que estaba separada por un biombo por lo que veíamos que discutían, salió con dinero en las manos (el guía) y cara de mal humor (el propietario del restaurante)……….Conclusión: el muy cara dura le pidió comisión de nuestra comida por habernos llevado allí. La verdad es que se mueven como mafias alrededor del turista.
El paisaje a lo largo de toda la isla de Bali es precioso si logras olvidar los peligros de la carretera. Palmeras, arrozales, bananos, cocoteros, etc. Lo que más llamó mi atención son las enormes cañas de bambú más altas que los árboles y de gran grosor.
Los pueblos son de cabañas y habitáculos abiertos con exposición de mercancías para los autóctonos pues saliendo de ciertos puntos de Bali no hay casi turistas. Llama la atención la presencia de altares hindús, con la tela que lo viste, en todos los comercios por pequeños que sean con sus ofrendas y si son comercios demasiado pequeños las ofrendas las ponen en las aceras, es una mezcla de religiosidad teñida de superstición”les dará buena suerte hacer eso” piensan.
Mucha vida en calles y carreteras, gentes en plena acción de sus quehaceres diarios entretienen nuestro largo viaje.
En Gilimanuk tomamos el ferry, entramos con la van dentro y luego subimos a cubierta. El ambiente allí es más musulmán, empiezan a verse velos en las cabezas de las mujeres.

El trayecto del ferry es cortísimo, escasa media hora, las dos islas están casi tocándose.

El paisaje en la isla de Java difiere algo del de Bali, las carreteras son más anchas y mejor asfaltadas.
La vegetación es más de árboles, no se ven tantos bananos ni palmeras, no se ven altares budistas ya que esta isla es mayoritariamente musulmana.
Se ven mezquitas en los pueblos llamando a la oración. Hay más calidad de vida por lo que se observa en las infraestructuras.

Llegamos al hotel en Cemoro Lawang a las 12,30 de la noche habida cuenta que hay una hora de diferencia entre las dos islas eran las 11,30h. Empezamos el viaje en Ubud a las 8,30 am. Catorce horitas.

A dormir que mañana nos despertarán a las 4,00am para ir a ver el amanecer.

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