Esta noche ha llovido, no muy intensamente pero lo suficiente para haber tenido que cerrar completamente el saco tienda y cubrirme la cabeza (me da algo de claustrofobia) parezco una tortuga escondida en su caparazón.
Me han despertado los aullidos de los Dingos al salir el sol, estamos dentro de sus límites y es posible que nos topemos con alguno (mientras que no vengan en manadas…)
Es sorprendente observar el horizonte tan lejano y recto, es como si hubieran trazado una línea recta infinita en todo el campo óptico que abarca la mirada. Mis ejercicios gimnásticos matinales los he hecho acompañada de un enjambre de moscas. Hemos entrado en la tierra de moscas, las hay por todas partes y con la especialidad de ser pesadas a tope.
Tras desayuno al lado de un hermoso lago, seguimos ruta llegándonos a un bar muy raro en medio de la nada .
Tenía colgado por todas partes (paredes ,techo, puertas…) todo tipo de cosas de los más variado, abundando sobre todo carnets (de socio de algo, de visita de lo que sea) fotos variadas y amuletos entre otras cosas.
Me he animado y he colgado, tras la aportación voluntaria de alguna moneda en el bote, una foto de una de mis avestruces de la granja que tenía en Extremadura que por casualidad llevaba en la agenda.
Mira, me ha dado por ahí, que se le va a hacer.
Seguimos haciendo millas hasta llegar a un sitio muy pintoresco que me ha recordado a Tunez.
La gente (el 90%) viven bajo el suelo, tienen sus casas habilitadas en dependencias, con su salón, su cocina etc., todo igual que cualquier casa pero con la peculiaridad de que no hay ventanas, están bajo tierra, ah¡ pero sus parabólicas no faltan.
El origen de esto son las minas de ópalo que hicieron que los que sobrevivieron la primera guerra mundial y llegaron en busca de fortuna cavando para encontrar ópalo, acostumbrados a vivir en trincheras, decidieron que era más cómodo y más atemperado el vivir así.
Cavaban un pozo y con una salida al exterior por donde iban sacando la tierra sobrante de la excavación. Paulatinamente se iba formando un montículo alrededor de la boca de extracción lo que le confiere el aspecto de hormiguero.
Hemos visitado un centro de obtención de ópalo (subterraneo, claro) con una sala de proyecciones donde se nos ha pasado una película de la historia del lugar así como de las características casi mágicas de dicho mineral.
Después nos ha enseñado como eran y son las casas bajo tierra pasando por pasillos a las diferentes dependencias. Por debajo de lo que es la vivienda subterránea, se encuentran las galerias de las minas (zona de trabajo, eso es tener la faena en casa)
Se baja por unas escaleras a unos 10 metros de profundidad donde se seguían realizando excavaciones para encontrar el preciado mineral.
Hemos visto una beta.
Desembocando luego a una amplia sala donde varios dependientes tras extensos mostradores nos querían vender el resultado de tan ardua búsqueda.
Después nos ha enseñado como eran y son las casas bajo tierra pasando por pasillos a las diferentes dependencias. Por debajo de lo que es la vivienda subterránea, se encuentran las galerias de las minas (zona de trabajo, eso es tener la faena en casa)
Se baja por unas escaleras a unos 10 metros de profundidad donde se seguían realizando excavaciones para encontrar el preciado mineral.
Hemos visto una beta.
Desembocando luego a una amplia sala donde varios dependientes tras extensos mostradores nos querían vender el resultado de tan ardua búsqueda.
Pendientes, pulseras, colgantes…todo lo imaginable que se pueda hacer con el ópalo.
La visita a la parte externa del pueblo, la que se ve, la no sumergida, mas del mismo palo. Casas de ventas de todo tipo de trabajos en ópalo.
Hay ciertas entradas a tiendas muy originales como una que tiene un coche con unas patas tipo araña que se pasa por debajo para entrar.
Nos hemos duchado en los servicios públicos (subterráneos, claro) con agua calentísima, ha ido muy bien porque hoy el día es muy nubloso y amenaza más lluvia.
Para comer ha habido variación, han comprado pizzas y estaban buenísimas. No te digo… acabaré comiendo todas las porquerías que les gustan a los muchachitos.
Hay unos dormitorios también subterráneos en los que hay literas para dormir si el tiempo no nos acompaña pero parece que al final Tony decide que dormiremos en tiendas de campaña que será suficiente si llueve. Que pena, me hubiera gustado quedarme.
Seguimos algo más de camino y montamos las tiendas de campaña, son para dos cada una por lo que montamos cinco. Tony dormirá a la intemperie.
Fogata y cena exquisita, este Tony domina los secretos de una buena cocina de campo, pollo al curry con arroz al punto.
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