jueves, 19 de julio de 2012

30/04/2011 Oodonata Track



Levantada con la salida del sol y ya hechos mis ejercicios de yoga de cada día me tomo con mucho apetito los cereales con leche, las tostadas con mermelada y el té. Un nuevo día se presenta por delante.


Esta noche una araña grandota se ha tejido su trampa mortal de insectos en el taburete de camping, menos mal que la hemos visto antes de sentarnos, si no seguro que se habría enfadado y….


El paisaje sigue siendo desértico, nos cruzamos con contados coches de muy tanto en tanto (horas) siempre son del tipo todo terreno con caravana.
Cruzamos con lo que en otros tiempos fueron ríos ahora secos pedregales.

En un lado de la carretera vemos dos hermosos helicópteros con sus choferes al lado esperando, al preguntarle al guía nos ha dicho que allí había un hotel muy famoso, muy caro y que esos son artistas de cine que van allí a pasar la noche.
Nos ha conducido hasta el hotel para que lo viéramos por fuera. Sorprendente….En medio de la “no nada “ sin nada más que desierto alrededor, hay una construcción de un solo piso de aspecto de barracón grande pero que no daría dos duros por él, al parecer por dentro es muy lujoso.
Su éxito se remonta a que allí había un hotelito de poca monta que era para los que circulaban de Adelaide a Alice Spring y viceversa por la única carretera que existe, pudieran descansar y pasar la noche.
Un día llegaron tres mujeres que empezaron a arreglarlo y cocinar muy bien (casi igualito que en la peli “tomates verdes fritos”).
El hotel empezó a coger mucha fama y ahora tiene precios prohibitivos para la mayoría de los mortales.
¡Que cosas¡ en medio de matorrales y pedruscos hay quien sabe encontrar su mina de oro.
Son kilómetros y kilómetros de llanura con una visión enorme a larga distancia, un océano de desierto.


Al guía, Tony, le entiendo muy mal, eso no le gusta, es algo rudo, al principio pensé que no nos caíamos bien pero he observado que es rudo con todos.
De todas formas ambos nos evitamos. Preguntando “que ha dicho” a mis compañeros la mayoría me dice que no lo ha entendido, es un alivio por aquello del mal compartido por muchos es menos doloroso.
Me he enterado que todos, sin excepción, han venido con este viaje comprado desde sus respectivos países por agencia de viajes y a todos les han descontado 300 dólares por hacerlo por la agencia. Me siento algo estafada ya que lo contraté por Internet. Parece ser, según me dicen, que los mejores precios los tiene las agencias de viaje, ¡que cosas¡ yo pensaba que era más económico Internet.
En la carretera hemos encontrado un canguro muerto que estaba siendo devorado por dos aves carroñeras enormes. Es frecuente que algún canguro deslumbrado por las luces sea atropellado, en Escocia que la recorrí con mi auto caravana lo que encontrába muerto en la carretera eran conejos, al parecer no sufren de mixomatosis como en España y como se reproducen como lo que son, conejos, los hay en abundancia.


También hemos visto emús del tamaño de avestruces, se han ido corriendo cuando hemos parado para verlos mejor.
Una serpiente en la carretera tomando el sol también como el otro día. Paramos, la fotografiamos, nos vamos a subir al coche cuando pasa otro coche (raro que pase, escasean) y plas¡ serpiente a la papilla, hemos ido a ver qué había pasado y nos hemos quedado todos rodeándola silenciosos, hace un minuto viva, ahora muerta…requiem por nuestra recién conocida.


Seguimos ruta y paramos en una casa perdida de un escultor que se llama Elf, nos ha enseñado sus trabajos de escultura, muy buenos.
Luego nos ha dado una lección, en una pizarra que tiene para ello, sobre la procedencia de las palabras.
Todo lo relacionaba con la salida del sol, los símbolos masculino y femenino. Lo explicaba con una vehemencia tal que no dejaba lugar a la duda, realmente se lo hace venir todo a su manera encajando todo pero me deja con muchas dudas de su cientifismo.


Llegados a Marree, lo que se supone que es una ciudad, son pocas casas de construcción tipo barracón con techos y paredes de plancha metálica ondulada que es el material mas común de hacer techos por estas tierras . En esta zona se estila este tipo de casas.
Hemos ido a un pequeño camping, gozando de las frescas aguas de una pequeña piscina no mayor a la mia de Begues, muy fría y estimulante ya que hace un calor propio del desierto.
Hay una zona de aeródromo para avionetas, las puedes alquilar para observar el desierto en desde el cielo.
También hemos ido viendo en algún sitio más explanadas para avionetas, son las que llevan el correo a la zona.
Esta zona del desierto pertenece a los aborígenes.
Llegamos a la barrera que delimita la extensíma zona de muchos kilómetros donde habitan los dingos. Son los perros salvajes que los delimitan para que no invadan otras zonas y así tenerlos controlados.


Por la tarde paseo por el lago Eyre que fue de extensión superior a la de España, ahora ha reducido sus dimensiones dejando unas extensas laderas de sal y fango.


Caminando por el fango se hunden los pies, al sacarlos da sensación muy desagradable de pisar algo pastoso y enganchoso. No ha impedido eso que me quitara las chirucas y disfrutara de esa dudosa pero nueva sensación en mis pies desnudos.
Seguimos camino y llegamos a una balsa muy curiosa porque escupe agua de tanto en tanto haciendo como las burbujas de una olla hirviendo.
He aprovechado para lavarme los pies, era agua calentita , he tenido la mala pata de que me cayeran mis gafas de sol graduadas dentro.
Por suerte no era muy profundo y las he recuperado ante la mirada divertida del resto del grupo viéndome hacer piruetas para conseguirlo.


Acampada junto a la carretera, fogata y cena de barbacoa. Esta vez toca hamburguesas (que asco) al final acabaré comiendo todo la porquería que comen los jovencitos porque se compran chuches y acabo compartiéndolos con ellos, ¡ahora esto¡
La comida la va comprando Tony por el camino, nos pregunta que queremos para cenar (la comida siempre es la misma). Como la mayoría son ellos, los pipiolos, nos toca hamburguesas.

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