29/04/2011 Wilpena Pound

He dormido de maravilla aunque entre el saco de dormir, la sábana mía tipo saco, más el saco tienda impermeabilizado parezco una momia.

Hemos levantado campamento al salir el sol, es hermoso contemplar como paulatinamente el sol va emergiendo haciendo desaparecer la oscuridad de la noche ocultandose la visión de las estrellas..

Tony ya tenía reavivada la hoguera, hemos desayunado cereales con leche y tostadas con mermelada o chocolate y té o café al gusto… No está mal.

Nuevamente en carretera empieza a cambiar el paisaje, los árboles van menguando y el arbusto y matorral ganando terreno. En la carretera no nos cruzamos con casi nadie, empezamos a entrar en tierras de “no where” desérticas.

Llegamos a un pueblo pequeño, Quorn, tipo películas del oeste con porche, la estación de tren es de 1879 para la comunicación del tren de transporte de carbón que la unía , Adalaide con la zona sur de Australia.

Por el camino vemos muchos canguros, emús además de la gran variedad de pájaros exóticos.

Seguimos adentrándonos por el desierto, la comida ha sido similar a la de ayer, sándwiches.

Me he podido duchar en un camping pequeño donde hemos parado a comer. De paso he recargado la batería de la cámara de fotos. De señal de móvil nada de nada.

Por la carretera hemos visto una serpiente muy hermosa tomando el sol. Es curioso porque cuando algo nos llama la atención paramos a verlo,
Tony aprovecha para hacerse un cigarrito. Si lo que nos ha llamado la atención nos lo hemos pasado da la vuelta en redondo y volvemos al punto de atención, como no hay circulación de vehículos esto lo hace de seguido inclinándose el coche y dando saltos por las irregularidades del terreno lo que nos regocija a la vez que da “yu-yu”.

Una caminata para despejarnos por un parque nacional de "Yourambula Caves", precioso que pertenece a los aborígenes y podemos ver gravado en las rocas sus señales aleccionadoras.

Luego hemos caminado hasta un mirador en el que la panorámica extensísima da idea del entorno.

Nuevamente dormir en pleno campo pero esta vez no hay árboles, solo matorrales “ in the midle of no where”.
La cena carne a la brasa. Hoguera e intercambio de experiencias con el grupo.

La quietud del entorno, la hoguera, el cielo estrellado dan sensación de integración con la Natura. Me he quedado sin batería en la cámara de fotos y aquí no hay toma eléctrica para recargar. Mejor, así haré menos fotos y contemplaré el paisaje tranquilamente.

De los compañeros puedo ir sabiendo que todos somos viajeros solitarios, un curioso 10 de 10.
El más joven es Florian con 19 años, tremendo, a la que puede te enreda.
Gelda divorciada hace 7 años está pero que muy contenta con su nuevo estado de libertad y no lo cambiaría por nada, tiene 2 hijas, a venido a Australia porque una de ellas está trabajando aquí.

Cuando pasamos por algún núcleo urbano (de cuatro casas, aquí no vive casi nadie) nos avisa Tony que si queremos comprar alcohol es el momento porque ya no veremos más que campo.

Estamos acampados con la fogata encendida y relajándonos de las vivencias del día que son muchas y no todas pueden registrarse ya que tienen el valor del momento en que suceden.

“Buenas noches compañeros”