jueves, 19 de julio de 2012

15/12/2011 Personaje de novela. Santa Cruz



Hoy he recibido contestación de mi amigo Orlando. Le apremiaba que me diera noticias suyas, ya hacía tiempo que no sabía nada de él y estaba preocupada.

Me ha mandado un mail encantador, lleno de sensibilidad, erudito, con referencias a una entrevista hecha a Borges hablando sobre el Quijote muy interesante pero lo que más me ha impactado es que a través del seguimiento de mi blog ha llegado a imaginar que soy un personaje de novela escrita por él. Es escritor y como tal muy creativo.

Que no pase igual que en la Nivola de Miguel de Unamuno (término que él mismo emplea para denominar a su novela Niebla) donde el personaje principal, Augusto Pérez, pide cuentas a su autor del destino que le depara (Unamuno), se pelean y el autor decide dar muerte a su personaje.

No pienso pelearme con Orlando por si acaso.
Me ha parecido liberador ser un elemento de novela, en ese caso pasa como cuando crees en el destino (que no es mi caso) eludes responsabilidades. Si es alguien (escritor o destino) el que escribe mi historia yo no soy responsable de lo que pase en ella.

Es interesante esta idea de destino tan arraigada en la cultura asiática pero también en la occidental. Hay una creencia de que si pasan cosas es porque Dios, Alá, Buda, Pachamama o cualquier otro invento del hombre lo ha querido.

Con esta filosofía los creyentes no deberían temer los castigos eternos, al fin y al cabo si Dios lo quiso ¿de quién es la responsabilidad?.



¿Cómo sería un mundo sin religión? ¿Es posible imaginar un mundo sin elementos mágicos? Supongo que no, al igual que no es posible imaginar un mundo sin drogas que enturbien la conciencia. Siempre las ha habido y siempre las habrá.

Incluso en las novelas de ciencia ficción, como por ejemplo Un Mundo Feliz de Aldous Huxley hay alguna droga, en este caso el soma, que hace que el individuo sea capaz de aguantarse a sí mismo y aguantar sus circunstancias.

¿Por qué no se legalizan y se acaba así con los traficantes? Este es un debate que he llevado siempre a la contra del mundo entero, en el que creo a pies juntillas. Si no hay beneficios lucrativos no hay mafia, no hay iniciación a la droga, no hay sobredosis (adulteración) ni desgraciar tu vida si has caído en ello robando hasta a tus padres y prostituyéndote por una raya.

En contrapartida se tendrían que hacer campañas educativas para advertir de sus peligros y evitar en lo posible la adicción. En si, no sería diferente de lo que ya está pasando con la droga llamada nicotina, es mala, perjudica enormemente la salud pero nadie mata por un cigarrillo.

El relajado día de hoy ha pasado en la sombra, leyendo plácidamente, dejando que el sol derrita otras cabezas que no sea la mía.

Cenando con Anna me ha contado que el taxista que les llevó a ella y a un Canario que conoció en su hostel quería cobrarles abusivamente, todo acabó que solo le pagaron lo pactado y le dejaron protestando.



Después de cenar hemos asistido a un mitin político que se celebraba en la plaza con cantautor haciendo, a base de pareados, crítica al gobierno.
Luego ha tomado la palabra el representante de los indígenas independiente que ha arremetido contra la derecha y contra la izquierda, por último, el partido o mejor dicho la representante del movimiento de igualdad de la mujer.

Decididamente en Santa Cruz hay mucha movida política antigubernamental que no me extrañaría que estuviese alimentada por las fuerzas de la derecha opositora como suelen hacer siempre que un partido de izquierdas está en el gobierno.
No sé cómo estaba el país ante de Evo pero por lo que he leído al respecto mucho peor, al menos ahora los indígenas se atreven a hablar y tienen orgullo de raza.

Un jugo de frutas en una terraza alta, en un modernísimo establecimiento junto a la catedral.

Anna me ha contado su ruptura tras nueve años de convivencia con un hombre por el que dejó su casa, trabajo y amigos yéndose a vivir con él a Teruel, donde se puso a trabajar.
Tras la ruptura por infidelidad por parte de él pero forzando a que fuera ella quien tomara la decisión de marchar, eso hizo, teniendo que dejar casa, pueblo y trabajo para volver a Amposta de donde es oriunda.
Me ha parecido una actitud muy valiente, el renacer de sus cenizas le está costando pero lo lleva adelante con entereza.

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