jueves, 19 de julio de 2012

12/12/2011 Santa Cruz de la Sierra



Los resultados de las misiones evangelizadoras de los Jesuitas han llegado hasta estos días. La Catedral estaba a rebosar de gente en misa de ocho (PM) tanto ayer domingo como hoy.

Desde finales del siglo XVII crearon misiones en estas tierras orientales de Bolivia, construyeron iglesias e instruyeron a los indígenas en religión a cambio les enseñaron agricultura, música, artesanía como compensación a su mano de obra barata.

Hay un recorrido turístico llamado circuito de las misiones jesuitas que viene a ser un camino de Santiago español, aunque no es necesario hacerlo a pié.

Yo creo que me decantaré por hacer el recorrido de la ruta del Che que no es lo mismo pero es igual. Me llama más ese personaje que las evangelizaciones. Así pues mañana iré a Samaipata.

Hoy ha hecho mucho calor. Por la mañana he ido a comprar la cámara de fotos a un barrio periférico. La actividad mercantil era asombrosa, cantidad de puestos de venta de todo con cantidad de gente pululando y un tráfico intenso.

He encontrado lo que buscaba pero no me he sentido muy feliz por ello. El llevar arrastras una cámara fotográfica de más peso y volumen no es de mi agrado pero el crucero a la Antártica lo merece.


Esta mañana en el desayuno me he encontrado con los brasileños de anoche, llegaban al hotel delante de mí y nos paramos a hablar, son deliciosos.
Mientras estaba hablando con uno de ellos ha entrado en el comedor una chica que he intuido que era española y la he incorporado a la conversación.
Se llama Ana y es catalana, se dedica a la contabilidad de empresa, lo ha mandado todo a freír espárragos, está viajando haciendo colaboraciones de voluntariado.

Hoy también me he metido en el cine para evitar las horas de más calor. La película era floja, casi una imitación a Bonnie and Clyde pero con un tema de fondo bastante interesante, no se usaba dinero se pagaban las cosas con tiempo de vida, no se envejecía más de 25 años, los más ricos tenían tanto que eran inmortales mientras que los pobres morían en cuanto se les acababa el tiempo.

Creo que es más angustioso pagar las cosas con tiempo de tu vida que con dinero. Si no tienes dinero siempre puedes esperar sobrevivir de algún modo pero si lo que vas gastando es el tiempo que te queda por vivir………………………… Lo dicho, angustioso a tope.

Por la tarde he ido con mi amiga Ana a pasear y cenar algo, ha sido muy gratificante el llevar una larga conversación con ella sobre sus sensaciones y vivencias en estos meses que lleva viajando por Sudamérica.


Hoy he probado mi nueva cámara de fotos y creo que no hay mucha diferencia con la anterior.
Lo que habría que cambiar es la fotógrafa en vez de la cámara.

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