jueves, 19 de julio de 2012

8/12/2011 Escapada frustrada, Sucre



No ha parado de diluviaren toda la noche, estaba segura que a las cinco vendría alguien a decirme que se anulaba la excursión pero no ha sido así, no se ha anulado.

A las cinco en punto y diluviando hemos ido hacia Chataquila pero el cielo estaba cerradísimo con truenos y relámpagos en esa dirección por lo que el chofer al cuarto de hora de salir ha parado para llamar a la agencia por ver si anulaban el tour.
Nadie contestaba por lo que decidimos volver, me dejaron en el hotel, ya no pude conciliar el sueño.

A media mañana me presenté en la agencia para ver como solucionábamos el importe pagado. El que me atendió casualmente hoy no trabaja y la otra persona me comunicó que solo se me devuelve el 25% de lo pagado porque yo había anulado el viaje.

Me he enfadado, yo no lo veo así. Le he pedido hablar con la otra persona y les anuncié que les pondría una denuncia si no llegábamos a un mejor acuerdo. Me dijo que volviera a hablar con él a las dos de la tarde.


La situación me dio que pensar, sigo con intolerancia ante la adversidad, me he puesto de mal humor y eso no debería ser así.
Si me quedo con mal cuerpo lo único que consigo es estropear un día de mi vida y eso no tiene precio por lo que decidí hacer un esfuerzo para cambiar el estado anímico creado por el incidente.

Como les manifesté que si no me atendían mejor pensaba enviar una queja a la guía Lonely Planet, a la tarde estaba todo el importe que había pagado a mi disposición.
Qué pena que se tengan que enseñar los dientes para conseguir una consideración, a todas luces fue ajeno a mi voluntad el que lloviera así.

Al final ha salido tímidamente el sol pero desisto de la escapada de dos días como mucho veré algo de un día (bajando perspectivas).


Por la tarde me animé a ir al cine, hablando con Lluís por Skype me dijo que hoy era fiesta en España y que se iban al cine (hace por lo menos 8 meses que no voy yo). Me dijo mi hijo que con suerte estrenarían Ben Hur o Lo que el viento se llevó aquí en Sucre. No acertó porque se estrenaba la del gato con botas doblada por nuestro Banderas.

Me metí en el cine, los dibujos animados bien hechos me deleitan mi alma infantil que aunque muy arrinconada aún pervive en mí. He de confesar que me gustó la peli y que me dio mucha satisfacción oír como reía todo el mundo (50% eran adultos).

Al llegar al hotel tenía una llamada de otra agencia de viajes para una escapada de un día para mañana, ya tenían a tres personas apuntadas. En principio dije que sí pero me dio miedo que vuelva a llover como esta mañana y no anulen el trekking. No me apetece caminar embarrada y sin poder disfrutar del paisaje por nubes.


Hace tiempo que no disfruto del no hacer nada, no está nada mal de tanto en tanto paralizarse para sedimentar tantas sensaciones y vivencias.

Tenía mi libro olvidado por falta de tiempo, lo he retomado con mucho gusto, sigue siendo el de Alejo Carpentier “Los pasos perdidos” ¡que dominio del lenguaje¡ es una gozada.

Conectando con Marta que está en Cabo Verde me admiro de la facilidad actual para saber de la gente que quieres, skype es un gran invento y barato, que dure.

Decididamente no iré de excursión mañana, si se tercia haré un recorrido de cuatro horas a caballo pero eso si hay más gente apuntada, si no volveré al cine que aparte de la de dibujos animados hay otras en cartelera más actuales que las que me apuntó mi hijo.

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