jueves, 19 de julio de 2012

15/10/2011 Llegada a Mexico DF



Llegada al aeropuerto algo desconcertada por los cambios horarios pero no lo suficiente como para perderme un hermoso bistec de ternera enterito y no en minucias flotantes en sopa de nodles como en Asía, si no con sus patatitas fritas servidos en una piedra caliente que me he zampado en el mismo aeropuerto.
Mientras comía con tanta afición me acordé de un bistec enorme que me comí hace veinte años en Coca, Ecuador.

Volvía de haber estado diez días en plena selva amazónica, en el río Pañacocha (pirañas) con un lago enorme.
Era un campamento indígena sin agua corriente ni electricidad, bañándonos en el río y comiendo lo que pescábamos, siempre pirañas ya que estaba plagadito de ellas.
El regreso al pueblo civilizado lo celebré comiendo ese memorable bistec que me vino a la memoria después de tantos años por tener en común el haber sido muy deseado, mientras daba fin al de hoy.

Escogí el hotel junto al aeropuerto, quiero seguir viaje y no tengo mucho interés en la ciudad.

La habitación una maravilla y la cama de cine. Tras tanto viaje de bus y avión de estos últimos dos tres días decido darle tregua al cuerpo dejando que Morfeo me acompañe gran parte del día de hoy.
Así pues para mí ha sido el más corto de todos porque lo he dormido en gran parte. Me desperté que anochecía.

Un paseo por el aeropuerto para concretar si vuelo mañana a Cancun y playa del Carmen iniciando así el recorrido por tierras Mayas o dedico el dia a una visita rápida por la ciudad volando pasado mañana.

He quedado con Flora que ya nos veremos en la Habana, haré un salto a Cuba para poder dar un beso a mi amiga antes de seguir ruta aprovechando que está visitando a su nuevo amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario