14/10/2011 El día más largo de mi vida(o el más corto) Viaje a las Américas.

Sorprendente¡¡¡
Empiezo mi vuelo a las 4:00PM en Yangon y lo acabo en México a las 4:00AM

En teoría solo pasan 12 horas de reloj pero en estas doce horas estaré viviendo 25 horas atras de calendario.Lo que le paso a willy fog en su vuelta al mundo en 80 días.
Es curioso tomo el vuelo a Loa Angeles a las 22:30 del 14/10/12011 paso 12 horas de vuelo, llegando a las 20:30 del mismo día, espero tres en el aeropuerto y vuelvo a tomar el mismo día a la misma hora, Las 22:30 el vuelo a Mexico.

Como se come eso, ¿será el día más corto o más largo? Supongo que es según se mire, como siempre todo depende de donde se sitúe el observador como en la teoría de la relatividad del tiempo de Einstein.

Lo cierto es que volé hasta Taipei, Taiwan; lástima que no me dio tiempo ni tenía visa para un paseo ya que como China ha sido uno de los países que se han quedado en el tintero podría al menos haber pisado tierra China.

Tengo que reconocer que tengo mucha suerte en los vuelos, tanto el primero de casi 4 horas como el segundo de casi 12 horas he tenido el asiento de mi lado vacio por lo que he podido dormir medio estirada. El tiempo ha pasado volando y nunca mejor dicho.

Sigo leyendo a Osho que cada vez me parece más irreal.
Es aquello de pedir cosas imposibles por lo que si no se consigue no es que esté errado en sus teorías, es que no lo has hecho bien.

Ayer recibí un mensaje de una Maite Galve muy excitada de saber que nos llamábamos igual. Le recordé que el segundo apellido no era el mismo, le pregunté sobre el origen de su familia paterna pues es posible que hayan lazos familiares ya que el apellido este sin "z" o "s" final no es nada común.

Como imaginé su padre viene de Teruel, como el mío y estoy convencida que si reseguimos el árbol genealógico saldrá el común a ambas. Lo curioso es que también se llama Maite.
Por la foto del Facebook veo que es muy joven.

Para mí el día 14 de octubre debería haber acabado hace horas pero como sigue lo recogeré en mi diario como si continuara.

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La llegada a Los Angeles de noche, aunque mi reloj biológico me pedía desayunar, ha sido algo desagradable.

Llevo años viajando a EEUU por congresos y por el Master que hice durante dos años en San Francisco y jamás tuve que pedir visa para entrar, bastaba con rellenar un formulario en el mismo avión y ya estaba.

Se ve que en el 2008 cambió todo, para entrar se necesita un visado que te emiten por internet sin demasiados problemas.

El problema era mío por no saberlo y sobre todo por no pensar que aquí son un poco rarillos ya que solo hago escala para cambiar de aviones, solo he de estar dos horas en la sala de espera y si quisieran podrían hacer que los de transito no tuvieran que salir del aeropuerto.

Pero la burocracia y los miedos hacen que todo sea más complicado de lo necesario.

En realidad no ha sido complicado, me han llevado a una oficina donde se decide si entro o no en el país, han hecho ellos mismos esa gestión de Internet por mí pero dejaron muy clarito, hablándome de forma muy desagradable como aleccionando a una jovencita hallada en falta, de que nunca más vuelva a pasar……………..¡ Ya les vale¡ ¡que les den por ahí¡

Para tomar el vuelo a México he tenido que salir del aeropuerto yendo a otra terminal. Hay una gran diferencia de las tiendas y contenidos de los aeropuertos de Occidente en comparación con los de Oriente y sobre todo una limpieza meticulosa.

No he podido resistirme y ha caído una barrita de chocolate negro de calidad.

En la terminal de espera de embarque a México ha cambiado completamente el idioma, aquí todo es en español, será más fácil poder hablar con los locales.