jueves, 19 de julio de 2012

15/5/2011 Alice Springs (VIII)



Como me imaginaba, ayer de bailar nada de nada. Todo "Chapado" desde medio día. Solo un bar restaurante abierto donde he tomado una cerveza con David.
Mientras hablábamos me he fijado en unas cicatrices en el cuello en una posición característica de ahorcamiento.
De momento he dudado si preguntar pero la curiosidad ha podido a la discreción,
Me ha explicado David que cuando era jovencito vivía en un rancho en Nueva Zelanda donde nació. 
Un día, yendo con su caballo, le asaltaron unos malhechores que le robaron y le ahorcaron en un árbol, igual que en las películas del oeste, con la cuerda al cuello atada a una rama de un árbol, sentado sobre su caballo, golpearon en las ancas al caballo que salió corriendo dejándolo colgado del árbol.
Primero lo he tomado a guasa, le he dicho que me estaba vacilando.
Me ha dicho que así fue, lo cuenta hablando de forma nerviosa y rápida. No me queda claro como salió de esa, me dijo y repetia "sobreviví, sobreviví" quise intentar obtener más información.Me pidió que lo dejara pues al explicarlo lo revivía y era muy doloroso recordar, naturalmente di por cerrado el tema.
Él, para suavizar la situación creada cambiando de tema, me habló de otra cicatriz que tiene en el pliegue anterior del codo del brazo izquierdo, me contó que un tiburón tenia acorralado a un niño a punto de atacarle.
Él fue a ayudar al niño a salir del agua, el tiburón le mordió en el brazo (la señal es completamente compatible con lo que cuenta).
Al preguntarle como acabó de salir de esa situación, me dijo que le dio un puñetazo todo lo fuerte que pudo en la nariz pues los tiburones si se golpean en ese punto lo tienen computado en sus genes como que chocan con una roca. Le soltó el brazo y se fue en dirección opuesta. Me dijo que no era muy grande.
Qué cosas, a su lado mi vida ha sido un camino de rosas.
Más tarde llego una mujer excéntrica (mayor) con un gorro negro, el flequillo que asomaba por delante, hacia arriba pegado al gorro, ojos azules, boca grande de labios finos y pintados de rosa intenso, pómulos prominentes, perfil cóncavo.
Abrigada con una bufanda y chaqueta pero con sandalias que dejaban ver unos pies descubiertos.
Hacia un frió que pelaba, estábamos en la terraza porque ya recogían en el interior del bar para cerrar.
Gesticulaba mucho con la boca y los ojos al hablar, vocabolizaba mucho por lo que le entendí bastante bien lo que decía. No paró de hablar aunque lento, contándonos que es representante del gobierno para los derechos de los aborígenes.
Me ofreció a quedarme a trabajar aquí como médico, primero lo tomé a broma pero viendo que lo decía en serio le dije que ya tenía trabajo en Barcelona.
Venia de un viaje a Palestina. Nos contó con pelos y señales las injusticias que estaban viviendo sus habitantes. Nos dijo también las muchas dificultades que tuvo con la policía israelitas, explicó que las sandalias se las habían confeccionado allí a la medida y ese era el motivo de que fuera con ellas a pesar del frío.
Estuvimos cerca de dos horas hablando con ella, mejor dicho ella con nosotros pues no paró de hablar en todo ese tiempo.
Nos echaron los camareros para cerrar, menos mal pues hacía mucho frío y ya tenía ganas de irme.
No se conformó con despedirse allí, nos acompañó al hotel, en la puerta siguió contándonos (a todo esto David la animaba a hablar con sus comentarios) que ella no era muy creyente pero que un día tuvo una aparición de la cara de Jesucristo en un cuadro, desde entonces es creyente.
No me quedó muy claro como fue exactamente pues yo ya estaba desconectando al oír sobre apariciones de Fátima.
No sé como logramos marchar, se despidió de mí muy cariñosamente, se notaba que le caí muy bien.
Bueno, todo esto es de ayer, hoy me he levantado con algo de nauseas, me he quedado en la cama hasta casi las 10h.
Cuando he salido de la ducha he visto a David que me estaba esperando para ir al mercadillo. Paradas típicas en la calle peatonal del pueblo semejantes a los mercadillos de España con comidas, arte, abalorios, ropa etc.
Las calles sorprendentemente llenas ¡¿de dónde sale tanta gente? ¡Ayer estaba desierto.
Hay muchos aborígenes exponiendo sus trabajos manuales, sobre todo pinturas abstractas con círculos.
Me he hecho para comer arroz integral, lo he compartido con David.
Thierry se ha ido esta mañana a Urulu y King Canyon.
Por la tarde un hermoso paseo con un día muy soleado aunque fresquito.
Hemos visto una furgoneta, completamente habilitada como auto caravana, aparcada con un francés arreglando una rueda que tenía un cartel de que se vendía.
David ha entrado en regateos con el precio y la ha comprado por 2,500$ australianos, mañana se la entregan.


Me he escapado a dar un paseo sola al caer la tarde, tenia ganas de estar sola, no lo he conseguido pues me he quedado encandilada mirando como tocaban los bombos unas muchachas dentro de una agencia de viajes ( hoy es domingo y está toda cerrado) estaban ensayando ritmos africanos y lo hacían fantásticamente bien, al verme tras los cristales me han invitado a pasar, al rato me han ofrecido acompañarlas en sus ensayos con un timbal /( o algo parecido, mi cultura en este tema también es precaria) me he sentido incapaz de poder llevar el ritmo con ambas manos como hacían ellas, he pasado un buen rato.


La noche tranquila en el hotel con mi ordenador poniendo mi diario al día