jueves, 19 de julio de 2012

17/04/2011 Sigue la diversión

Me lo cuentan y no me lo creo. Por tercera noche casi consecutiva (anoche no pasó nada) ha vuelto a sonar la alarma contra incendios, esta vez a las 2: 30 como la primera vez, la segunda eran las 4:00.

Esta vez no me ha dado la gana de bajar a la calle, he dado por supuesto que volvía a ser una falsa alarma y pesé que si realmente hubiera fuego ya vendrían los bomberos a sacarme. 

Me he quedado en la cama, la alarma ha tardado unos 10 minutos en cesar de sonar, he pensado que tenía razón sobre que no había fuego a los pocos minutos ha sonado por megafonía en las habitaciones -hay megafonía en las habitaciones por donde durante el día se va convocando a los huéspedes a diferentes actividades que se realizan para si queremos participar- desde recepción que no nos preocupáramos que era nuevamente una falsa alarma y algo del 2º piso que no he llegado a entender, pero me quedó claro que no tenía nada que ver conmigo que estoy en la cuarta planta.

Feliz porque la arriesgada decisión que había tomado fuera acertada, ya dormida nuevamente, a la media hora oigo voces en el pasillo discusión y palabrotas cuando se abre la puerta de mi habitación intempestivamente, entran tres jóvenes cargados hasta los dientes de ropa revuelta y maletas, despotricando de manera airada. 

No entendía nada y tras pedirme perdón por la interrupción me han explicado muy alterados, que estaban tranquilamente durmiendo en la segunda planta cuando ha sonado la alarma, toda la planta se ha llenado de polvo del extinción de incendios. 

Esta vez pasó que un huésped borracho como una cuba había cogido el extintor, lo cual provocó la alarma, pero además se dedico a querer apagar el solito el inexistente fuego rociando toda la planta con ese polvo a presión que sale de él. 

Todas las habitaciones y todo el pasillo quedaron con una nube de polvo que cubría huéspedes enseres camas etc. por lo cual han tenido que coger de mala manera sus pertenencias e ir a dormir a otras habitaciones libres hasta que se limpie toda la planta (mañana). 

Los desalojados iban con un enfado de narices con polvo hasta las orejas, los ojos irritados……….. y la fiesta continua.

Se han tenido que ir duchando, en mi habitación, claro. Esta noche lo de dormir va a ser que no.

Yo que me felicitaba por seguir en mi camita sin hacer caso de las falsas alarmas, me ha llegado la juerga a mi habitación a mi pesar.

¡Menos mal que ya tengo reserva en otro hotel para mañana¡