22/04/2011 Wollongong, Australia

Me llamó anoche para quedar Estefan. Hemos ido ha unos 100 kms de Sidney a Wollongong. El trayecto en tren es impresionante, kilómetros y kilómetros de bosque espeso, impenetrable, nadie osa pasearse por él pues no hay caminos y la vegetación es exuberante. Salimos al mar, el tren circulaba costeando entre el mar y el bosque, muy de tanto en tanto una zona despejada daba cabida a un pueblecito de casas de construcción barata, muy caras según me contó mi compañero de viaje, abiertas a la playa.

Hemos pasado por zonas mineras de carbón.

Al llegar a nuestro destino fuimos caminando de la estación hasta el mar. Wollongong es una pequeña ciudad costera portuaria con fábrica de acero en un extremo cuya chimenea constantemente flameando afea el paisaje. La zona portuaria tiene pequeños barcos de pesca y algunos yates y veleros. Hay un faro rodeado de una zona ajardinada muy aparente entre dos amplias playas.

Mientras caminamos hacia el mar pasó algo curioso. Estaban junto un teléfono público tres jovencitas de unos 18-20 años ,una de ellas nos dijo al pasar "eres afortunado, tienes una mujer muy guapa" El comentario evidentemente me complació pero no así a Estefan que le contestó "¿que acaso yo no soy guapo?". a los pocos pasos me dijo que seguramente eran lesbianas.  
No parecía complacido no sé si porque tuvo celos (extraño) o porque yo no era su mujer o vete a saber pero estaba disgustado por la observación.

El día a sido plácido con largos paseos por la orilla del mar. La comida exuberante junto al puerto con preciosas vistas. He intentado convencerle de ir a comer a otro sitio más barato pero es cabezón, se ha de hacer siempre lo que él quiere si no insiste y argumenta hasta que acabo cediendo......Será por eso que no le ha ido bien con sus mujeres?

En el trayecto de vuelta hemos disfrutado de una bellísima puesta de sol entre los árboles y las montañas que no tiene nada que envidiar a las puesta de sol en la playa.

En el tren me ha explicado que eran 5 hermanos, 3 chicos y 2 chicas. Cuando tenía 6 años iba con su hermano de 8 años y les dieron a comer fruta, él comió poca, su hermano más, murió ya que estaba envenenada. Me he quedado alucinada por la confidencia, al parecer (esto pasó en Rusia) fue por diferencias religiosas, el odio entre ellas hacia que pasaran cosas como estas. Quedó afectado durante toda su vida. Aún hoy, dice, que cambiaría todo lo bueno que ha tenido en su vida, incluso sus hijos, por un solo día de poder disfrutar de la compañía de su hermano.

He logrado convencerle de no vernos mañana, necesito pasar un día a solas, insistía porque hay un partido de Rudby en el Estadio Olímpico, no quería que me lo perdiese, me ha costado convencerle de que no estoy interesada en eso.

Ya nos veremos el domingo.