jueves, 19 de julio de 2012

25/6/2011 Ubud (VIII)



Todas las experiencias tienen su parte buena.
Hoy he estado en la jefatura de policía “tourist Police” poniendo una denuncia a una agencia de viajes.
Ha sido agradable, tres ociosos policías pendientes de mi queja he interesados por el Barça.
Dos de ellos me han acompañado a la agencia para resolver el problema.
Parece ser que lo que era imposible, con la policía delante ha pasado a ser probable.

Compré unos billetes de avión con destino equivocado e intente deshacer la compra por el destino correcto a las dos horas. Como ese destino no era posible me dijeron que solo me devolvían el 20% del importe pagado. Yo les dije que habiendo pasado solo 2h lo correcto es que me lo devolvieran todo o como poco el 80%. Me dijeron que no y les dije que iría a ponerles una denuncia.


Es curioso, estaba pensando que me recordaré a mi misma en Australia comiendo de dos a tres manzanas diarias, deseando plátanos que estaban prohibitivos y me recordaré en Indonesia comiendo varios plátanos diarios, deseando las manzanas que aquí escasean.

Siempre deseamos lo que no tenemos, así nunca se consigue la felicidad. Creo que hay que apreciar lo que se tiene y no pensar en lo que se podría tener.

Es algo contradictorio porque si solo deseara lo que tengo no crecería, al dejar volar la imaginación soñando con imposibles un motor interno se me activa para moverme.

Si no hubiera soñado de bien pequeña en llegar a ser médico a pesar de que por motivos económicos familiares eso estaba fuera de nuestro alcance, me hubiera conformado con ser taquimeca que quería mi madre mi vida sería muy diferente.
Lo que nunca sabré si más feliz.


En una de mis largas caminatas calle arriba calle abajo he visto un grupo de meditación y yoga haciendo ejercicios en la calle, me he unido a ellos, ha estado muy bien. He quedado que mañana iré también.


Recibí un sms de Carlos que por fin alguien le ha prestado las 350.000 rupias para venir y que vendrá mañana, está emocionado y muy nervioso.

En la habitación nueva tengo wifi que es más cómodo que tener que ir de bar en bar o a la biblioteca.

Me alegro del cambio, esta habitación tiene mejores vistas y está mucho más limpia, friegan todos los días y se nota.

Lo que sí que he notado es que la limpieza de los hoteles que he ido en sus diferentes categorías está llevada por muchachos, no por mujeres en cambio los comercios todo son mujeres.
Los taxistas todos hombres.

He conectado vía Skype con Andrés que ya tiene fechas de llegada a Bangkok para el 16 de agosto. Con Marta aún tengo que concretar fechas.


Desde mi balcón veo las cometas en el cielo, a los chavales les gusta mucho elevarlas y dejarlas así flotando en lo alto.
Recuerdo que cuando yo era pequeña nos hacíamos cometas con su larga cola con materiales reciclados, nos parecía maravilloso que pudieran volar, mi imaginación volaba con ellas.

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