6/5/2011 The Olgas

Esta mañana el animal (con perdón) que nos ha despertado ha sido Tony y antes de que salga el sol, a las cinco de la mañana… No, si aún tendrá razón mi hermano Joaquín, el entiende que se page para tener comodidades, no incomodidades.
Hacía un frió del carajo, todo para ver una de las maravillas de la naturaleza, la salida del sol junto al Urulu.
A todo esto el mirador que hay a tal efecto está al otro lado de la montaña si no sería muy extraño que viéramos la puesta y la salida del sol por el mismo sitio.
Reconozco que valió la pena el madrugón y el frío. Como siempre las fotos tomadas no hacen justicia a la belleza del momento.

Desayuno tras el amanecer y carretera hasta Las Olgas, llamadas así en honor a la mujer del rey de …lo olvidé, ya me lo miraré en Internet cuando tenga conexión, eso sí era europeo.

Las formaciones de las Olgas (Kata Tjuta, en lengua anangu) son por depósito y compactación de la arena del fondo marino ya que esa zona fue un mar, por lo que son rocas que se deshacen entre los dedos al comprimirlas o rascandolas.

Es agradable la caminata de 4h montaña través, es mucho más gratificante poder sentir mis pies en contacto con las pendientes, atravesando las montañas y no verla desde fuera como en el Urulu que aunque es hermoso e impresiona, las vallas que delimitan el circuito que lo bordea lo hacen distante.

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Esta montaña, por suerte para nosotros, no sagrada en la actualidad, tiene una historia muy curiosa ya que en el pasado solo podían acceder a ella los varones, estaba prohibido el acceso a las féminas.
Al parecer aquí se celebraba el rito de la transformación del niño en hombre. Era conducido hasta allí por los ya iniciados, les cortaban el glande en una circuncisión de lo más dolorosa y séptica imaginable ya que, claro está, no usaban anestesia.

Toda la fisionomía de las Olgas es cambiante con el paso del tiempo por la erosión de sus componentes que la hace fácilmente modificable.

Al regreso de la excursión hemos comido disputándonos con las moscas el sándwich ¡que pesadas son, Dios¡

Por la tarde seguimos ruta, al final de la tarde buscamos un sitio donde acampar, volvemos a estar en el desierto camino a Alice Springs por lo que se ha vuelto difícil encontrar la explanada ideal para extender nuestros sacos.
Por suerte es más temprano que el día que tuvimos que dormir entre espinos, lo que nos dá opción a atinar mejor en la búsqueda.

Como siempre el ritual de buscar ramas para el fuego que donde no hay árboles lo que se encuentra son raíces leñificadas de los matorrales.
Siempre tenemos éxito en nuestra empresa y no nos falta hoguera.

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Hoy nos da una sorpresa Tony y saca de una bolsa de plástico un rabo de canguro a todas luces recién cortado con un aspecto difícil de describir ya que lo envuelve una pelusa grisácea, al cogerlo con las mano tiene una textura y consistencias entre rígida y flexible, es decir que la coges de un extremo y se mantiene erguida con la punta del rabo contorneando cual si estuviera aun con vida.
Ha ido quemando el pelo en el fuego, rascándolo para pelarlo, esto ha producido un olor a pelos quemados no muy agradable que no ayuda mucho a abrir el apetito.
Una vez pelada la cola y con las pertinentes bromas de comparaciones con pene de elefante, la ha envuelto en papel pe aluminio y la a introducido 40 minutos dentro de las brasas.

Mientras tanto hemos hecho una barbacoa de salchichas con verdura en la olla.
Cuando ha estado cocinado el rabo lo ha pelado, nos ha ofrecido trozos para comerlo.
Estaba muy bueno pero ese olor, ese aspecto no lo hacen deseable. Sabido es que se come por la boca pero también con los ojos y el olfato, todo influye.

Hoy es nuestra última noche al raso. Buenas noches.