jueves, 19 de julio de 2012

8/11/2011 Cabalgando en el Cruz del Sur, Lima/ Cuzco



El trayecto en el Cruz del Sur que une Lima con Cuzco tiene una duración de 21h, por suerte es el bus más confortable en el que he estado. Los asientos anchos y abatibles, confort a tope.
Mi asiento está en la primera fila del piso superior por lo que dispongo de una visibilidad panorámica excelente.

Las primeras tres horas han sido por una autopista que bordeaba el océano pacifico. El paisaje durante todo ese tiempo ha sido desolador, todo arena oscura con formaciones montañosas de dunas sin ni un solo árbol ni matorral.

Nada verde en el horizonte, la mar grisácea y sin casas. De tanto en tanto algunas en forma de cubículos con techo feas a rabiar, esta zona no me parece nada atractiva.


Hace unas horas que nos dirigimos hacia el interior pero como ha oscurecido no puedo apreciar el paisaje.
Mientras pasan unas películas que no me apetecen ver aprovecho para terminar mi novela de Umberto Eco. Lleva a su personaje a filosofar sobre el universo si es finito o infinito y si es uni o pluriverso.

El tema me ha interesado mucho en estos últimos años ya que siguiendo los programas de Redes de Punset por la web, toca ese tema que despierta mi entusiasmo. Eso fabuloso que hayan infinitos universos paralelos en unas dimensiones desconocidas pero que calculan que por lo menos han de ser once………………..Guao, quien puede imaginar eso.

Según esas teorías de las branas al ser el espacio infinito y la materia también deducido por aquello que si una fuera finita y la otra no, o no podría contenerla o se perdería según el caso. Las posibilidades de que hayan otras Maites haciendo y viviendo cosas diferentes es muy probable pues siendo infinitos los mundos cabe todo lo inimaginable.

Es alucinante. Lo curioso es que Eco haya puesto estos pensamientos en un personaje del siglo diecisiete, se los pone solo como deliberaciones y conjeturas y supongo que lo hace porque a él también le debe fascinar este tema.

Dejo de escribir pues me estoy mareando con tantas curvas, no paramos de subir, igual nos llevan al cielo.

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