jueves, 19 de julio de 2012

9/11/2011 A 3.300 metros, Cuzco



He pasado una noche de perros que se dice pero no sé porqué, yo siempre los veo dormir estupendamente.
Me maree con las curvas por ir leyendo, tampoco podía respirar bien pues estábamos por lo menos a 4000m de altura.

Para llegar a Cuzco hay que pasar por montañas altas con sus curvas menos mal que las carreteras estaban muy bien asfaltadas y casi sin tráfico, solo los autobuses de la plaga llamada turistas.

Al final llegué como pude al aseo del bus dando tumbos por causa de las curvas y sintiéndome fatal pero tras vomitar pude dormir plácidamente hasta las siete que nos han despertado para darnos el desayuno.

Este bus es como los aviones pero en primera clase.


Por fin veo algo que realmente me gusta. Cuzco es una ciudad de casas de una sola planta hechas de ladrillo o piedra las del centro antuguo, con techos de tejas lo que le confiere un aspecto muy agradable.

También veo todo de casitas que van ascendiendo las lomas circundantes a la ciudad, es la manifestación de que crece y ya no queda sitio en el valle.

A pesar de estar a 3.300m está en un valle, hemos estado toda la mañana con el bus bajando………..¡que no habremos subido por la noche¡


Me ha quedado un dolorcillo de fondo de cabeza con problemas en las ascensiones por las calles de esta ciudad tan poco plana. A esto le llaman mal de alturas, en este caso leve, debido a haber subido tan rápido sin tiempo de aclimatación.

Estoy con dudas de que día ir al Machu Pichu, por un lado la ruta del inca no hay plazas hasta el 25 de este mes, no pienso esperar. Tampoco sé si tendré posibilidades de entrar (aforo limitado a 400 personas) en breve. Esperar al 18 que es mi cumple para soplar allí la velita lo veo tonto ya que pierdo días de ir a otros sitios.

Bueno, si todos los problemas que se me plantean son de ese tipo ya firmo.


De entrada un par de días de aclimatación van a ser imprescindibles si quiero escalar Wayana Pichu que está al lado en forma de cono, ya veremos si puedo hacerlo.

Por otro lado estoy tramitando lo de la expedición a la Antártica y ahora me dan ganas de llevar una buena cámara de fotos con un buen teleobjetivo pero por otro lado no me gusta ir acarreando esas cámaras por el mundo.

La temperatura en el verano austral es de -5º a 5º no sé si lo aguantaré con lo friolera que soy.


Dejando a un lado todo esto que me ha tenido ocupada la mente todo el día, como decía Cuzco es precioso, hay pocos coches, calles empedradas, casitas bajas de piedra y el núcleo histórico peatonal en su mayor parte.

A medida que iba oscureciendo, con una luna llena redonda iluminando el cielo y las luces de las casitas subiendo las laderas del monte me alegra el ánimo haciendo que una sonrisa de complacencia ilumine mi cara.


Un jovencito vendedor de postales me ha explicado que en el muro que teníamos enfrente estaba una piedra famosa que todos la fotografían porque tiene doce lados, se ha ofrecido a hacerme una foto junto a ella y si que tiene doce lados.

Paseando por estas calles tan rurales y montañeras me siento feliz.

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