jueves, 19 de julio de 2012

8/8/2011 Mausoleo Ho Chi Minh, diluvio en Hanoi, Vietnam




Ha caído agua a raudales, el cielo parecía romperse con gran estruendo y nosotros como pardillos mojándonos.
Estábamos junto a nuestros nuevos amigos portugueses Pedro y Claudia que conocimos en las oficinas del consulado de China.
A Marta le han dado el visto bueno para el visado y esta contentísima.
La plaza donde está el mausoleo de Ho Chi Minh es muy amplia, esta mañana sin circulación de coches pues en el palacio que hay al lado había un acto oficial con altos dignatarios por lo que cortaron el tráfico.


El mausoleo también estaba cerrado. Caminando por el parque, atraídos por la música, como las ratas del Flautista de Amelín, proveniente del palacio, empezó a llover de forma escandalosa y sin previo aviso.
Nos dirigimos a lo único que se veía con posibilidades de estar a cubierto, el palacio.
Los guardias nos impidieron el paso, solo había un árbol para cobijarse.
Allí nos apretujamos con otros turistas que padecían el mismo percance con la esperanza de que escampase pronto.
No solo no escampó si no que empezó a llover con más fuerza si cabe y a tronar de forma estridente.
La banda había dejado de tocar y las autoridades se largaron con sus coches oficiales cagando leches.


Bajo un paraguas unos niños esperaban como nosotros una tregua que no llegaba.
Los guardias nos indicaron que ahora que se habían ido tan altas personalidades podíamos ir a refugiarnos bajo la cubierta de la entrada a los jardines.
Esperamos allí mucho rato hasta que nos echaron porque iban a cerrar.
No hubo más remedio que quitarse los zapatos y caminar bajo la lluvia torrencial, ya empapados qué más daba un poco más.
Nos despedimos de los amigos y nos encaminamos hacia el hotel que estaba a unos 20 minutos andando.
Los taxis habían desaparecido, la gente nos miraba divertida bajo la cubierta de sus establecimientos.


Lo peor fue que de repente nos metimos de lleno en una calle que el agua nos llegaba por la rodilla. Bajaba sucia por haber recogido toda la porquería del mercado.
La diversión ya no estaba tan clara. Nos refugiamos también bajo un toldo junto a una tienda de féretros al lado de funeraria.
Un autobús con los acompañantes a un entierro estaba detenido allí sin poder circular por la altura de las aguas.
Los ocupantes con su pañuelo blanco rodeando sus cabezas en señal de luto. Uno de ellos nos tomó unas fotos desde la ventanilla.
En vez de cortarnos colaboramos con él para posar haciendo el signo de la victoria y riendo
Fue un cortejo mortuorio de lo más divertido pues al final eran muchos los que aprovechaban la coyuntura para inmortalizarnos en sus cámaras con mucha diversión por ambas partes.
Viendo que las aguas no bajaban animé a Marta a seguir caminando por el agua pues teníamos el hotel a dos manzanas de allí.
Tenía ganas de darme una buena ducha caliente.


Por la tarde acudimos a un teatro de marionetas en el agua “ Water Puppets” con música en vivo muy bonito estéticamente y sobre todo con mucha calidad en los músicos y las dos cantantes. Una de ellas tenía una voz maravillosa, me dejó muy impresionada.


Esperando entrar al teatro un paseo por el lago con la puesta de sol y la tranquilidad de su agua como contraste del bullicio del transito rodado.


No hay comentarios:

Publicar un comentario