jueves, 19 de julio de 2012

Aclimatación refugio Horombo 24/01/2011















No he pegado ojo en toda la noche, el viento bufaba con una intensidad y sobre todo con un ruido ensordecedor en le silencio de la noche, ni el riachuelo que pasa al lado de la cabaña a podido competir. Creo que la altura me está dando insomnio.















Tras el desayuno hemos hecho una excursión de aclimatación , hemos subido a 4200 mts. Me ha hecho de guía Agre, mi cocinero, que se ha puesto muy guapo, con un adorno en el pelo. Me ha ido dando clases de Swajili y cuando nos cruzábamos con otros guias, yo hacia alarde de mis conocimientos preguntándoles cosas en su idioma, la reaccion era muy buena, sonreian y me contestaban, le he dicho a Agre que con tan poco oxigeno en el ambiente es muy posible que mi cerebro no sea capaz de retener lo aprendido

El paisaje encantador, la compañía grata.














Esta mañana hemos hablado con unos españoles de Guadalajara que bajaban de
hacer la cima, nos han dicho que es muy duro pero lo han conseguido. Nos ha subido el ánimo. Hemos quedado de vernos en Zanzibar.

Por la tarde intenté hacer una siesta, parece ser que Morfeo no habita en estas alturas, no he pegado ojo.

En la cena unos gallegos muy simpáticos nos han relatado su experiencia en la cima, uno de ellos no subió por vómitos y dolor de cabeza, solo le faltaban dos horas, que tras seis de ascenso parece poco. Tenia claro que él no quería arriesgar la salud. Me han dado los teléfonos para encontrarnos en Zanzibar. La moral me ha bajado en picado.

He hecho un cartel grande que pone "CAP ANTONI CREUS" por si llego a la cima mandárselo a mis compañeros del CAP.

El ambiente en el campamento es alegre y bullicioso, todo el mundo es comunicativo y hay sensación de camaradería que me es muy gratificante. Si no logro llegar, solo por estas vivencias vale la pena el viaje.

En estas alturas ya no hay agua ni chocolate que comprar. El agua nos la hierben y la ponen en un gran cubo de plástico, con una jarra van llenando nuestras botellas, en agua que resbala a lo largo de la botella y de la mano que la sujeta vuelve al cubo, más vale no mirar, lo que no mata engorda.


Le he contado a Abdi que no duermo y se ha ofrecido a que vaya a su cabaña que me dará un masaje relajante que dormiré como un bebe......No sé, no sé, mejor sigo con mi insomnio.

Cuando me ve con mi libreta acude para que le deje escribir, esta vez veo que ya tenía pensado que poner porque no ha dudado un minuto.













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