jueves, 19 de julio de 2012

Día perdido 29/01/2011

Estoy nuevamente en el aeropuerto del Kilimanjaro. Como es de día puedo apreciar lo pequeño que es. Me gustan los aeropuertos pequeños que se llega al avión caminando.

Me he dado cuenta que los nativos tienen un porte y un caminar como de "pasota" mirando de reojo, caminar lento, erguidos, repasando de arriba a abajo con la mirada.

Al principio me quedé sorprendida pero viendo que todos hacen igual a todo el mundo deduzco que debe ser sus formas, sin pretender ofender. Tambien se urgan en la nariz sin mucha discreción.
Mi vuelo va con retraso de 2 horas, me entretengo observando a la gente.

El viaje en coche desde el hotel ha sido algo riesgoso bajo mis parámetros, ya que ellos deben tener otras formas de verlo. En carretera se adelantan sin importarles que está viniendo un coche de frente, piensan que ya se apartará a la cuneta y por suerte así sucede.

La vida de los autóctonos se realiza a lo largo de la carretera, los ves caminar por ella, en bicicleta, mercados expuestos junto a la carretera, los niños van al cole caminando por ella. La cruzan por cualquier parte y parece que hay una convivencia tan intima con la carretera que forma parte importante de sus vidas.

Mi conductor se ha puesto a tocar el claxon porque un niño de unos 2 años estaba en medio de la carretera sin nadie a su cargo, grupos de mujeres y otros de hombres hablando de sus cosas, han tardado en hacerse a la idea de que tenían que hacer algo, por fin uno de ellos ha ido hacia el niño y lo ha apartado con una parsimonia sorprendente, no han visto peligro por ningún lado.

He estado pensando en la factura del hotel, me la han pedido en dólares, como les he dicho que en shillings han hecho el cambio muy favorable para ellos, me he quejado y el coordinador del hotel me ha dicho que me iría peor si tenia que ir hasta el pueblo a cambiar al banco. He llegado a la conclusión que hay que llevar dólares y shillings, no euros que te los equiparan al cambio a dólares perdiendo casi un 40% del valor (cambié en el aeropuerto fiándome de que era oficial el cambio, 400€ y a los 3-4 días me percaté que me habían dado el cambio con el valor del dolar)

Hay que pagar con la moneda que te hacen la cuenta, pues en el pueblo cuando nos decían algún precio en shillings y pagábamos con dólares también perdíamos en el cambio.

Observo que aunque pequeño, es muy bonito este aeropuerto con unos patios internos, uno ajardinado con mesas bajo enormes árboles que le dan sombra, otro es tipo patio andaluz con una fuente plantas y mesas de madera. Los pájaros en gran cantidad, dándole un aire muy bucólico con sus górgoritos.

Estoy sentada en una mesa y se me acerca un autóctono muy trajeado que me pide permiso para sentarse en mi mesa, lástima que fuma. Es médico formado en Londres (otro médico que fuma... así como vamos a lograr que nos crean de que es malo). Vive cerca del lago Victória y me habla maravillas de su tierra.

Me han dado un tiquet de consumición por el retraso. Se une a mi mesa una encantadora jovencita que......también es médico (¿lo malo abunda? eso dicen,o es que los médicos tenemos una afición tremenda a viajar), tiene 33 años se casa en septiembre, es de Boston( USA).

El Aeropuerto de Dar es Salam es más grande pero destartalado, he conectado vuelo para Zanzibar y ha sido como pasar por un laberinto en obras.

El vuelo ha durado escasamente 15 minutos, subir y bajar, creo que estando tan cerca hubiera sido más lógico y menos estresante ir en barco.

Mi chofer me lleva al norte de la isla, el aeropuerto está al sur, el trayecto a Nungwi que es la zona donde voy esta a 40 minutos en coche desde el aeropuerto. El paisaje es idílico y bastante conservado, se observa la vida y el pulso de los habitantes que tambíen se desarrolla a lo largo de la carretera.

El hotel es alucinante, te adentras en el por una carretera sin asfaltar polvorienta,cruzando unas casa tipo chabola con aspecto desalmado pero al cruzar la valla de palmas que separa el inicio del complejo hotelero es como si entrases en un oasis de vegetación cabañas para los turistas de aspecto fantástico y toda la linea de mar tomada por los hoteles con arenas blanquecinas y aguas turquesas.
Como siempre los dos mundos conviviendo tan cerca y tan distantes a la vez.

He aprovechado lo que queda de día para instalarme y conectarme a internet. Este aparato está mejor que el de Moshi que el teclado estaba borrado e iba muy lento.
El hijo del dueño del hotel me ha dejado su portatil ya que el del hotel no funciona.

Tengo un mail de José Luis que dice que ha publicado mi carta abierta a mis amigos sobre el turismo, he entrado en su blog, veo que Sindy me pone a caldo tachándome de pija, al final lo dulcifica pero me ha tocado, le contesté que no era ni bueno ni muy inteligente etiquetar a las personas, que la complejidad humana no permite las etiquetas y que estas solo sirven para simplificar el pensamiento. espero que no se ofenda.

Lástima que no me he traído mi ordenador pues podría ir actualizando mi blog en estas horas muertas.


Entrada zona hoteles


La otra cara de la moneda


primera puesta de sol en Zanzibar

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