Ya en el aeropuerto de Amsterdam parece como si hubiera vuelto tras cruzar el túnel del tiempo, he vuelto a la modernidad ¡ que diferencia de aeropuertos¡
He dormido casi todo el vuelo, eso favorece que pasen más livianas las 9 horas de vuelo.
He "pispado" una manta del avión y la he metido en la mochila pues el abrigo se ha quedado en la maleta y hace frió.
Han comunicado por pantalla media hora de retraso del avión, luego ha llegado la tripulación que ha dicho que ya no había motivo para salir con retraso pero el hecho de haberlo anunciado en la pantalla les obligaba a salir más tarde sin necesidad ¡que vida más compleja¡
He conocido a una pasajera, Nuria, que vive en Amsterdam nacida en Barcelona y casada con un Holandés desee hace 30 años, viaja a España para visitar a la familia. Me ha explicado como es su vida aquí y lo que le costó la adaptación al inicio.
Ya en el avión me ha tocado al lado una linda muchacha de 30 años que trabaja en la Philips y que viaja para un congreso de la empresa, se la ve muy inteligente, me he interesado por su trabajo. Ella es holandesa pero vive en Hong Kong desde hace 2 años, . Ha sido una conversación muy amena y enriquecedora.
Ya en Barcelona acuden a mi mente los fantasmas que dejé allí esperándome hace 17 días, las obras del piso, los arreglos que hay que hacer en Begues, el juicio.... ¡Traidores¡ podrían darme más cancha y tardar más en aparecer.Menos mal que la presencia de mi hijo y de Carlos
esperándome los ha disipado aunque sea momentáneamente.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario