He estado esperando a Joseph, mi guía, habíamos quedado a las 10h para ir a dar un paseo por el pueblo y luego ir a comer a su casa para conocer a la familia.
Ya se que por estos lares lo del horario no debe tomarse al pie de la letra pero se ha presentado a las 13h.
Mucha informalidad es esa. He declinado su invitación a comer ya que tengo la alergia muy subida y sin ningún antihistaminico que llevarme a la boca.
Hace muchísimo calor. Estoy leyendo "first time around the world" y estoy disfrutando del no hacer nada que como dice el libro, lo peor es que no sabes cuando has acabado. Una cerveza fría, la sombra de los árboles del jardín.....No está mal.
Mi primera comida normal tras varios días de dieta, la encuentro buenísima.Aprecio el poder descansar en una habitación para mi sola y no tener que compartirla con 10 o 15 personas más, ducha con agua caliente, una buena cena con su cervecita refrescante.
Esas cosas que tengo cada día y hoy las aprecio con especial deleite tras varios días de ir de cabra por la montaña. Como se aprecian las pequeñas cosas cuando careces de ellas. No me extraña que las gentes que viven por aquí no se conformen con lo que tienen cuando nos ven en los hoteles disfrutando de algo tan simple como el agua de la cisterna del retrete, no tener que ir con el bidón lleno de agua a la escuela para usar el lavabo.
Supongo que están acostumbrados a esas incomodidades y otras y también supongo que si no vieran, a través de la tele o con la llegada de turistas, otras formas de vida más cómodas, no las desearían. Lo que no ven es el precio que pagamos por ello en estrés y peor calidad de vida- en mi opinión nuestra relación con la naturaleza es peor que la de ellos.
Esas cosas que tengo cada día y hoy las aprecio con especial deleite tras varios días de ir de cabra por la montaña. Como se aprecian las pequeñas cosas cuando careces de ellas. No me extraña que las gentes que viven por aquí no se conformen con lo que tienen cuando nos ven en los hoteles disfrutando de algo tan simple como el agua de la cisterna del retrete, no tener que ir con el bidón lleno de agua a la escuela para usar el lavabo.
Supongo que están acostumbrados a esas incomodidades y otras y también supongo que si no vieran, a través de la tele o con la llegada de turistas, otras formas de vida más cómodas, no las desearían. Lo que no ven es el precio que pagamos por ello en estrés y peor calidad de vida- en mi opinión nuestra relación con la naturaleza es peor que la de ellos.
Estos pensamientos me llevan a plantear a mis amigos a través de mail, la bondad o maldad que ejerce el turismo sobre las gentes con las que interactua. He recibido contestaciones variadas y estoy de acuerdo con todas pero aún no lo veo claro, entiendo que eso les ayuda a progresar, pero ¿como? ¿Con mejores escuelas, más sanidad etc ?o ¿haciendo que esos recursos se queden en las manos privadas de las empresas de turismo con capital extranjero y solo deje las migajas creando codicia entre los agraciados?
Como me aconsejan mis amigos voy a disfrutar del viaje y no darle vueltas a lo que no puedo cambiar.
Mañana será otro día.
Como me aconsejan mis amigos voy a disfrutar del viaje y no darle vueltas a lo que no puedo cambiar.
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