Nungwi 31/01/2011

Hoy he ido con un barco, que no tenia desperdicio, el mástil un árbol no muy recto, solo le faltaban las ramas y la vela de lo más rustico que he visto nunca.

Hemos ido a una barrera coralina enfrente de una pequeña isla de más o menos un kilómetro de larga de arena blanquisima y limpia pero no hemos podido acceder a la playa pues es una isla privada propiedad de un hotel y solo tienen permiso los alojados allí, al parecer cuesta 1000 dolares la noche.

Hemos hecho snorker y no está nada mal, muchos peces de colores y coral. Hemos visto delfines pequeñitos pero no se han acercado.

Nos han llevado a comer a una isla, esta no privada,  muy sucia de algas pero de arenas blancas y aguas transparentes.
No ha estado mal la comida, algo escasa.

Al volver al barco he visto a uno de los guías haciendo sus oraciones arrodillado encima de una esterilla.Tengo entendido que en la isla todos son musulmanes.

Al regresar al hotel he ido al pueblo para comprar agua y un mapa de la zona. El agua la he encontrado a buen de precio pero el mapa ha sido imposible.

Al la vuelta me ha acompañado un autóctono adornado con un sombrero de cuero negro y gafas de sol oscuras, con aspecto gansteril que me iba requebrando, tipo foto novela, diciendo lo muy impresionado que estaba por mi belleza que si podíamos quedar, le he dado las gracias pero que mejor no, me ha hecho gracia como suplicaba que le diera una oportunidad acelerándose cada vez más en tratar de convencerme a medida que me iba acercando al hotel, parecía estar recitando una argumentación muy practicada.

Antes de la cena he visto en la pantalla de TV del hotel la movida de Egipto, le he mandado un mail a Lluis para que me haga "cinco céntimos" de lo que está pasando ya que Carlos no ha contestado a mi mensaje que le preguntaba sobre este tema.

Primero Tunez y ahora Egipto, estoy muy intrigada por saber más.

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