jueves, 19 de julio de 2012

15/8/2011 Nuevamente en Bangkok



Ha sido como volver a casa.
Conocía el aeropuerto, sabía que tren tomar para llegar a la ciudad, como empalmar con el sky train, tenia tarjeta multiviajes, dinero, llave del apartamento de Mireia y tarjeta sim de teléfono de Tailandia. Lo dicho, ha sido como volver a casa.

La primera sorpresa del día mensaje vía facebook que Miguel vuelve a estar en el hospital ingresado.
He ido a visitarle, estaba harto de tanta fiebre. Le han diagnosticado gripe pero supongo que la del grupo A ya que lo han ingresado, toma Tamiflú.

Como tenía que visitar a algún odontólogo para hacer cambio de impresiones sobre mi granuloma he pedido ser visitada en ese momento valiéndome de mi condición de médico.
Pérdida de tiempo. La doctora a la que he consultado no me ha dicho nada nuevo. No hemos llegado a ninguna conclusión ya que como siempre las cosas son complejas y las soluciones varias, con sus limitaciones y adversidades.
Conclusión, me ha servido de poco la consulta. Espero decidir yo misma el camino terapéutico a seguir pero aún no lo tengo claro.

Entre esta movida y poner tres lavadoras con todo la ropa que venía marrón de las excursiones de Sapa me ha pasado todo el día.

Bangkok sigue siendo la ciudad de los olores, lo he notado con gran intensidad en el día de hoy, disfrutándolos al máximo ya que se por la otra vez que mañana los notaré menos y en tres días los incorporaré completamente al paisaje dejando de sentirlos de esta forma.

Mireia ha vuelto hoy de pasar 15 días en España.

Ha traído quesos varios y embutidos de la patria que con pan con tomate regados con vino tinto del Ull del Ebre, Cataluña, han producido un efecto en mis papilas gustativas que me caían las lágrimas de placer.

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