jueves, 19 de julio de 2012

16/9/2011 Viaje a Darjeeling



Fueron 24 horas desde que llegamos ayer a la estación de Mughal Serai a 17 kilómetros de Varanasi hasta llegar al Hotel de Siliguri donde hicimos noche.

A las tres de la madrugada llegó el tan esperado tren con solo 6h de retraso.

El espectáculo en la estación estaba garantizado, no nos aburrimos en la espera, hubo de todo.


Gente durmiendo en el suelo de los andenes en lo que parecía su morada habitual, un muchacho que busca entre la basura de las papeleras y se ríe al encontrar un mugriento plátano comiéndoselo con fruición, empezando al acabarlo una danza monótona acompañada de un cantico repetitivo durante casi una hora, un hombre completamente desnudo con un bastón paseándose arriba y abajo del andén, las ratas correteando por las vías entre los escombros que un niño recoge metiéndolas botellas de plástico en un saco, una delgadísima niña que apenas sabe caminar paseándose vigilada por su padre entre la gente a esas altas horas de la madrugada, una mujer que vocea desde otro andes palabras ininteligibles que denotan su deficiencia mental ………………..Podría seguir paginas y paginas de las actividades de tan numeroso público que allí habíamos sin olvidar a los seis guiris.


El viaje en rickshaw hasta la estación fue de infarto, masoquismo puro y duro. Las carreteras con socavones como para engullirnos de hondos, circulación de personas, bicis, motos, coches, camiones y vacas por el mismo sitio empujándonos los unos a los otros imperando, como siempre, la ley del más fuerte.
Fue un alivio el llegar a la estación vivos y salvos.

Tengo que reconocer que tantas horas de tren han servido para dormir mucho y bien. Nuestro compartimento de cuatro literas prácticamente solos todo el tiempo. El vaivén del tren meciéndome acompasadamente.

Gran parte del día he estado en brazos de Morfeo, no puedo contar mis sueños por no recordarlos.

Intenté contratar un safari en elefante con la intención de ver rinocerontes unicornios en la Reserva Natural de Jaldhapara que se organizan los fines de semana pero no fue posible por lo tarde que llegamos siendo ya viernes.

Como no queríamos caer en nuevas intoxicaciones alimentarias pasamos todo el trayecto alimentándonos con galletitas envasadas y caducadas compradas en la estación.
Dieta casi absoluta involuntaria ya que creíamos que llegaríamos a tiempo para comer. Llegamos a cenar.

Ya en New Jalpaiguri a las nueve de la noche con ocho horas de retraso nos obligó a tener que dormir en Siliguri donde salen los todoterrenos hacia Darjeeling que tomaremos mañana junto a nuestro nuevo amigo italiano.

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