jueves, 19 de julio de 2012

19/9/2011 Acabó el diluvio, Darjeeling



Por la tarde ha dejado de llover y hemos aprovechado para ir junto con nuestros amigos a visitar un hermoso templo budista enmarcado dentro de un parque de árboles imponentes con vegetación abundante y hermosas vistas al valle.
Hemos llegado a la hora de las oraciones estaban tocando un timbal con un ritmo reiterativo y monótono.
Como en el suelo había otros instrumentos esperando para ser usados por los visitantes, nos hemos sentado estilo yoga, acompasando el ritmo marcado por los monjes allí presentes hemos estado tocando nosotros también.


Reconozco qua la automatización de movimientos y las oraciones repetitivas invitaban a entrar en un estado de vacio mental del que he salido cuando he visto que los compañeros dejaban de tocar para seguir con nuestra ruta turística.
No me hubiera importado continuar así más tiempo.


El trayecto en jeep a estado entretenido con el espectáculo que es el ver a las gentes abarrotadas dentro de los vehículos que circulan a nuestro alrededor incluso colgándose de ellos o el cruzar por plazas y mercados abarrotados de gente y comercios.
La siguiente parada ha sido en el Centro de Autoayuda para los refugiados tibetanos. Lugar muy emotivo por su trágica y triste historia. Allí hemos visto cardar la lana por mujeres alguna de ellas muy viejas pero bellas.
También hemos visto como tejían alfombras con telares de madera muy antiguos y como teñían la lana con productos naturales.


Los niños jugando a básquet en un patio con una cesta colgada de un poste.
Una sala de fotografías recordando los horrores que han sufrido esta gente deja un nudo en la garganta.


Los paisajes que se ven desde allí son magníficos, eso lo hace más atractivo. Me alegro que al menos los allí refugiados gocen de vistas que para ellos quisieran sus agresores.
La visita a los campos de té muy bucólica, con ese verde tan intenso que tiene la planta y la blancura rota por el amarillo de sus pistilos de la flor del té.
Hemos visitado la fabrica viendo el proceso que sigue desde que es recogida hasta convertirse en te de diferente calidad dependiendo si se usa la parte más tierna de la planta, su elaboración en ese caso es manual o se usa la más burda con elaboración mecanizada de más bajo precio.

Ha sido una tarde muy bonita pues no ha llovido e incluso han aparecido algunos rayos de sol en algún momento.
Carolina es muy simpática, su marido algo más serio. Ambos son muy jóvenes, los conocimos hace dos días y parece que seamos amigos de toda la vida.
Con los jóvenes todo es más fácil, no son tan complicados y es fácil conectar.


Ya hemos sacado billetes de vuelta, Ros a Barcelona y yo vuelo a Bangkok que es el único sitio donde se que me puedo sacar el visado a Birmania en 24 horas.
Mireia me tendrá de ocupa nuevamente.

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