jueves, 19 de julio de 2012

27/10/2011 Un día tranquilo, Camaguey



Que extraños que son los sueños, hace unos días soñé que le ex mujer de mi última pareja me daba un abrazo, lo curioso es que no la conozco, nunca la he visto más que en foto. No tengo ni idea como se coló en mis sueños.
Hoy ha sido el padre de mis hijos, a este sí que lo conozco aunque hace años que no lo veo por lo que en mi sueño no había pasado el tiempo pues estaba tal y como lo recuerdo, más joven de lo que debe ser. Me ha dado un beso en la frente y yo le he dado las gracias por el gesto.

Menos mal que no visito a ningún psicoanalista que me venga a interpretar significados rocambolescos ligados a traumas infantiles. Sin negar que esos traumas influyan durante toda la vida que se queden en donde están, en el baúl de los recuerdos (mejor en el de los olvidos).


Estaba pensando en lo que me sorprende el ver a mujeres (y muchas son jóvenes) aquí en Cuba con bigote.
No pelusilla encima del labio superior, bigote con pelos negros que sin tener espesura dejan una línea peluda resiguiendo al labio. ¿Por qué no se depilaran? ¿Les gusta así?

Hoy ha hecho un bonito y soleado día que he gozado junto a la piscina leyendo las aventuras bolivianas de mi nueva adquisición.

Como ya soy experta en como desplazarme con bus público he ido a comer al centro usando nuevamente este medio de transporte.


Por la tarde en la piscina de nuevo hablando con el “cachas” del salvavidas que me ha estado contando los pormenores y responsabilidades de su trabajo.
El traslado a Holdin con dos horas de espera nuevamente al autocar lo que hizo que llegara al hotel a las nueve y media de la noche.

Quise tomar un mojito antes de retirarme a dormir pero en el bar de la piscina no tenían hierba buena y en el lobby ya habían cerrado.
Conformada con el fracaso llegue a la habitación con la sorpresa que sonaba el teléfono, era alguien que me había visto intentar entrar sin éxito en el bar del lobby y me invitaba a ir al centro de la ciudad a tomar algo.
Le dije que estaba cansada pero como me dijo que era un huésped que estaba solo y se aburría le cite en el bar de la piscina para hacernos un rato de compañía.

Se llama Damián, es cubano trabaja de asesor jurídico y viaja por hoteles para revisión de contratos de mantenimiento.


Me ha invitado a una cerveza negándose a que pagara yo. Para compensar la atención que ha tenido conmigo le he regalado el libro de Mario Vargas Llosa “El sueño del celta” que ya he terminado.

Entre las muchas cosas que hemos hablado, sobre todo de Cuba y su futuro, me ha llamado la atención que se dedicara (ahora ya no) a la contrainteligencia del estado, ha sido muy ilustrativo el que me hablara de sus experiencias.

Me ha aclarado lo de parar a los vehículos con poca ocupación para que transporten a la gente que espera en la parada del bus.
Al parecer solo paran a los de matricula azul que son coches del estado que ha puesto a servicio de determinadas personas, como él que lleva un coche del estado para desplazarse por los hoteles para hacer su trabajo.
A los coches de propiedad privada no les paran, llevan otra matrícula diferente.
Es decir que si que existe la propiedad privada.

También me ha explicado el origen del fenómeno absurdo de la duplicidad de moneda.

Todo está cambiando a marchas agigantadas. Cree que en breve el más reivindicado derecho de poder salir del país sin que medie tanto inconveniente va ha desaparecer.

Supongo que a medida que mejoran las condiciones económicas del país son menos los que piensan en emigrar y más tal y como está la economía en el mundo capitalista.

Lástima que mañana parte para La Habana, es muy agradable compañía.

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