jueves, 19 de julio de 2012

2/9/2011 India Gate, Delhi




Reconozco que pese a la abundante suciedad, tráfico caótico con bocinazos continuos, calor intensa y cansinas ofertas de transporte, la Old Delhi tiene un atractivo especial.
Contrariamente que Bangkok, en Delhi no hay venta ambulante de comidas y en la zona de la vieja Delhi tampoco se ven restaurantes ni bares.
Tampoco hay parques ni bancos para sentarse, supongo que no quieren que se les instales los indigentes como ocupas.
Se nota que aquí la gente come en su casa (o no comen) pero no hay oferta en la calle por lo que anoche caímos en las garras del monstruo llamado Mc Donalds para poder sentarnos al fresco del aire acondicionado y descansar de la caminata del día.


La puerta de la India está en un parque amplio lleno de césped, escasos árboles bien aprovechados por los visitantes, todos orientales, que se aglomeran bajo sus sombras para aliviar el intenso calor.


Un grupo de colegiales bulliciosos llama mi atención, me acerco a hablar con ellos que como siempre me reciben con alegría, peleándose por hablar conmigo. Los niños son iguales en todas partes del mundo, espontáneos y sociales.
Les pido hacerme una foto con ellos, se arma un gran revuelo porque todos quieren posar y son muchos.
Se acerca el profe que no solo no los coarta en su espontaneidad si no que se suma a la foto, pidiendo luego a un alumno que repitiera la toma con su cámara para colgarla en el panel del colegio.
Invitó a otra profesora a entrar en este juego por lo que la sesión de fotos fue alegre y duradera.


Nos manejamos por la ciudad con los metros. Normalmente no hay problemas pero en uno de los trayectos de solo dos estaciones entramos en uno que ni con calzador cabíamos. Fue divertido. La gente nos miraba como bichos raros, no se ven turistas en estos lares.

En el Khan Marke, en la New Delhi, estuvimos comiendo en un restaurante llamado Oz Café, muy limpio y con aire acondicionado. La comida estupenda y la cerveza muy fría, nos pareció un oasis entre tanta suciedad en la calle y tanto calor.


Por la noche de vuelta a Old Delhi nos encontramos con la sorpresa que toda la zona se había convertido en un mercado ambulante, las mercancías amontonadas en la calzada. La gente, más numerosa de lo que ya es normalmente, caminando por las calles ante el enfado de motoristas que no paraban de pitar. Parecía una gran feria llena de bullicio y colorido proveniente de neones de los comercios.


Caminando por sus calles, extrañados por la falta de turistas (¿dónde estarán metidos?) dimos por acabado el día comiéndonos un Mac Pollo en el poco valorado Mc Donalds que siempre he despreciado – Moraleja: nunca decir de esta agua no beberé-

Ya en la habitación, intentando conciliar el sueño me viene a la cabeza a contestación del joven que ayer en la calle del Main Bazaar me dijo cuando advirtiéndome que le persona que me había abordado era mala que no era de fiar,yo le pregunté “¿y tú?” a lo que tras reponerse de la sorpresa de la pregunta me dijo”yo soy pobre” y se fue.


Todo esto me coloca de pies a tierra y me hace congraciarme con esta gente que son pesadísimos en su insistencia de que les compremos e intentan timarnos a la que nos descuidemos pero la respuesta me la dio ese joven y no debo olvidarla al juzgarles “ son pobres".

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