jueves, 19 de julio de 2012

30/10/2011 Relax en Guardelavaca



Este lugar podría ser algo así como el paraíso terrenal.
Aguas turquesas mansas como una balsa, arenas blanquísimas contrastando con el verde de jardines salpicado de otros colores por las flores y con las bucólicas palmeras del Caribe.

Poder comer y beber a todas horas no entra tanto en mi idea de un lugar idílico pero tampoco estorba.

Música de salsa ambientando la enorme piscina si se desea marcha o bajo la sombra de un cocotero que he escogido yo para deleitarme con mi nueva adquisición de la novela de Umberto Eco que es un genio escribiendo, domina un vocabulario envidiablemente extenso y una gran erudición.

Es un lugar perfecto para hacer un alto en el camino por unos días pero sabiendo que tiene fecha de caducidad pues he estado esta mañana temprano bañándome con un alemán bronceado que parece un mulatito que me ha dicho que lleva aquí metido un mes y casi me da un síncope solo de pensarlo…………………………….¡como se puede aguantar este no hacer nada durante un mes¡


Bueno, hay gustos para todo y supongo que la gran mayoría de los mortales vería con muy buenos ojos estarse aquí un mes entero pero a mí me comería el aburrimiento.

He podido hablar con Juanito, el cubano que en las Fiestas del Traball que se hacían normalmente en Montjuit, venia como representación del partido comunista del gobierno cubano y se alojaba en casa.

Se ha puesto muy contento de hablar conmigo. Me ha explicado que ha estado mal de salud pero como buen luchador lo ha superado todo y sigue al pie del cañón, dando el callo.

Hemos recordado la vez que estuvimos en Varadero con él. Imposible de olvidar, fueron días de gran jolgorio, incluso nos dieron una comida a Carlos y a mí en donde recibían a los grandes dignatarios. ¡Todo un honor¡


El día ha transcurrido apacible y manso como las aguas del mar. He hecho una siesta que hace siglos que perdí esa buena costumbre.

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