jueves, 19 de julio de 2012

30/9/2011 Tan Kyi Paya, Bagan



Cruzando el enorme y caudaloso río de Ayeyarwady river por la mañana temprano después de un paseo por Old Bagan antes de tomar el bote hacia Tan Kyi villaje, viendo cómo se desarrolla la vida diaria de la gente.
Durante el trayecto de una media hora hicimos carreras con otro bote lleno de gente de Birmania que iban también a visitar ese templo en lo alto de la montaña.
Nos saludamos e hicimos fotos mutuas. La gente de aquí es de lo más amable y cándido que he visto nunca. Siempre sonríen, siempre están dispuestos a ayudar, siempre aceptando de buen grado conversar con nosotros.
Bagan en precioso por su paisaje repletito de templos entre la vegetación pero para mí lo más llamativo es su gente.


Al llegar a la aldea donde unas camionetas tipo bus repleto de mujeres las transportaba quien sabe dónde-
Tomamos un coche que nos subió hasta lo alto de la montaña donde está ubicado el templo dedicado a buda donde dicen que esta uno de los cuatro dientes que le quitaron a buda al morir, en lo alto de la cúpula.
Nuestro nuevo amigo Gtan Gtan nos explico la historia del dragón que quería robar ese preciado tesoro (el diente) pero luchando contra el espíritu del guardián del templo perdió la batalla y la cabeza.
La pudimos ver expuesta en una balsa de agua (de piedra, claro).

La ingenuidad de esta religión (y de muchas otras) es muy llamativa pues lo creen todo a pies juntillas.

Las vistas del Old Bagan con sus numerosos templos eran espectaculares desde esa altura. En el templo estuvimos conversando con nuestros rivales de regatas, gente encantadora.


Por la tarde los volvimos a encontrar en otro templo y con la confianza de tanto encuentro ya se atrevieron a pedirnos hacerse una foto con nosotros.
Volvimos a alquilar bicicletas para seguir nuestras visitas por la zona incluyendo la de las mujeres de cuello largo.
Se colocan un collar de anillas que van aumentando una más cada año hasta llegar a un tope máximo de 25-26 anillas lo que les confiere un crecimiento de cuello más allá de lo normal.


Tomando unas cervezas en una terraza muy agradable de la zona encontramos a otros amigos de viaje, una pareja de holandeses y un francés con los que estuvimos departiendo agradablemente hasta la hora próxima a la puesta de sol que los siete en bicicleta y Ktan Ktan con su amigo en moto nos dirigimos hacia el templo donde mejor se observa este fenómeno natural diario que tanto nos gusta de ver.


Subidos de nuevo al templo de escaleras vertiginosas para contemplar el espectáculo de la puesta de sol volví a encontrar a la pareja de portugueses que conocí en Hanói que se unieron al grupo.
Las jovencitas vendedoras vinieron muy excitadas y revoltosas recordándonos de ayer y llamando a Nacho por su nombre, no me extraña, es muy guapo y apuesto.
Le cantamos el cumpleaños feliz a uno otro turista que apagó una velita colocada en un pequeño pastelito en lo alto del templo.

La vuelta empezando a oscurecer, las siete bicicletas escoltadas por la moto de nuestro amigo que iba en la retaguardia para iluminarnos el camino y otro joven del lugar iba a la cabeza mostrándonos el camino de vuelta. Todo esto espontáneamente y por placer de ayudar pues no nos cobró nada por acompañarnos.

La caída de la tarde, las vistas panorámicas, la buena compañía…………………….Que más se puede pedir, ha sido un día feliz, divertido y amable.

Si esto es la guerra que no llegue la paz.

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